tag:blogger.com,1999:blog-37530802225602016812024-03-05T11:33:32.278-08:00Verenice NaranjoVerenice Naranjohttp://www.blogger.com/profile/09979222968324790848noreply@blogger.comBlogger13125tag:blogger.com,1999:blog-3753080222560201681.post-34621511881608601562016-10-25T12:14:00.003-07:002016-10-25T12:18:51.682-07:00CORRUPCIÓN Y MACHISMO: LAS DOS ADICCIONES QUE IMPIDEN CRECER A MÉXICOEn tanto México de 'a cuenta gotas' los derechos a las mujeres, a México se le dará un progreso 'a cuenta gotas'.<br />
<br />
¿Alguna sociedad es capaz de imaginar que puede vivir sin mujeres?<br />
<br />
La corrupción y el machismo son dos males que caminan juntos; los 'juegos' machistas son precisamente eso que ata a los mexicanos y les impide crecer. De hecho, podemos decir que los mexicanos 'no ven' que el progreso es una cuestión integral.<br />
<br />
La 'corrupción y el machismo' son tan pésimos como sistema y método de gobierno, que México ocupa el último lugar en lectura y comprensión de lectura entre los países medios de habla hispana y América Latina como España, Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, etc.<br />
<br />
-¿Para qué leemos, si todo es corrupción?<br />
-¿Para qué estudiamos, si todo es corrupción?<br />
<br />
La corrupción parece ser el motivo que impulsa a no leer al mexicano común y promedio, la corrupción quita el impulso a cualquier innovador y organizador, esa tremenda corrupción que nos recuerda cada día:<br />
<br />
-El que no 'transa', no avanza.<br />
<br />
Un país que no lee... en realidad es una colonia que aún está en proceso de conquista.<br />
<br />
En tanto siga siendo la corrupción y el machismo el sistema de gobierno, México vivirá una interminable conquista todavía durante siglos.<br />
<br />
Cuando haya cambiado el sistema, quizás México dejé el primer lugar mundial en cuanto a tener el mayor % de emigrantes con respecto a su población.<br />
<br />Verenice Naranjohttp://www.blogger.com/profile/09979222968324790848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3753080222560201681.post-33100259796824937282016-09-26T11:53:00.003-07:002016-09-26T11:53:56.272-07:00LA GRAN CONQUISTA DEL VERBO POR LA NATURALEZA: EL TRIUNFO DE LA MUJERVerenice Naranjohttp://www.blogger.com/profile/09979222968324790848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3753080222560201681.post-39547834155767065492016-05-15T11:57:00.003-07:002016-05-15T11:57:57.104-07:00ALEJANDRO ORDORICA 'DE MÍ, PARA TI' (HACIA UN PAÍS DE VERDAD)<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">ALEJANDRO
ORDORICA (LOS BUENOS AMIGOS)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">‘DE
MÍ, PARA TI’<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Existen
seres que desde que uno los conoce, se distinguen por su buen talante, su buen
carácter, su enorme visión positiva, eso sucedió cuando conocí al buen maestro Alejandro Ordorica. Al
principio no sabía quién era él, para mí en ese momento era alguien que asistía
como invitado a una entrevista que realizaba a otra persona. Al terminar de
hacer la entrevista y las fotografías, nos ofrecieron un té y unos bocadillos,
a una amiga –Adriana flores, editora de la revista para la cual hacía la
entrevista- y a mí. Fue una experiencia muy agradable cuando comenzamos a
hablar con Alejandro… en seguida brotó su amable charla, sus dones de orador y
buen conversador. Recuerdo que sonrió cuando le dije que él podría ser un buen
político, porque precisamente ese era su principal trabajo además de ser
escritor y periodista, reímos porque no lo sabía y vaya que otros lo habían
descubierto: había sido delegado de Tláhuac, director de la Central de Abastos,
director del Instituto Mexicano de la Radio
y un montón de importantes cargos más. Además había contendido para ser
‘regente’ (alcalde o gobernador) de la Ciudad de México.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Tuve
la oportunidad de conocerlo en su faceta más humana cuando en cierto momento entró
una llamada telefónica de una hija y luego de un hijo, quienes le solicitaban
permiso para hacer alguna actividad o algo así. Brotó su profunda sinceridad al
decir que hacía el papel de padre y madre desde que había enviudado. Más tarde
supe que tras fallecer su esposa fue cuando se había decidido a publicar, al
ver esa elipsis que es la vida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Alejandro
Ordorica es un excelente poeta, es muy profundo, tiene una extraordinaria musa
en la propia vida y en su actual compañera, es un hombre de profundas
reflexiones budistas; esa fue la parte que conquistó mi atención y por la cual comenzamos
a cimentar una amistad que comenzó a crecer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Es
importante señalar que sus principales actividades han sido como político y
periodista, sin embargo es un destacado poeta, por su profunda mirada y la
forma en que expone sus reflexiones, que encuentran su mejor cauce y ritmo en
el interminable río donde fluyen las palabras<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">CORDIAL
INVITACIÓN <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">La
Universidad Autónoma Metropolitana rinde por estas fechas un tributo a su larga
trayectoria en la Casa Galván, ubicada en Zacatecas No. 94, en la Col. Roma, se
trata de un ciclo de conferencias realizadas los jueves a las 19:00 hrs.
durante el mes de mayo y junio de este año en curso, 2016.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">La
entrada es libre y es una magnífica oportunidad para oír, ver y felicitar al
maestro Ordorica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Cada
jueves, el panel que interviene incluye a los más destacados periodistas,
columnistas y directores de instituciones culturales, sobre todo, incluye a
quienes aprecian y admiran su quehacer en diversos ámbitos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">La
ocasión amerita hacerse un espacio en la agenda para asistir como dijeron el
propio rector general de la UAM y Guadalupe Loaeza el día de la inauguración,
quien incluso comentó: ‘Vivo muy cerca de aquí –a una cuadra y media de aquí- así
que además de participar hoy en el panel, vendré cada jueves a las 7 de la
noche’. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">La
cita es los jueves 12, 19 y 26 de mayo;
2 y 9 de junio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Entre
los asistentes podrá usted distinguir y/o conocer a muchos de los principales
escritores y periodistas e incluso grandes artistas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Además
de disfrutar la conferencia, la hermosa arquitectura del lugar y una buena copa
de vino, podrá charlar con esos escritores, periodistas y artistas que admira
en los medios y que en esos momentos hacen el papel de invitados, tal como
usted, como todo el público.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Por
ejemplo, charlé con Sonia Amelio… así supe que fue y es la primera directora de orquesta de México. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">-¿No
lo sabía?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">-No,
la conocía como la mayor ‘crotalista’ del mundo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">-Ah,
sí… acabo de llegar de una gira por Francia, Noruega, Alemania, Egipto… pero soy directora de
orquesta, concertista de piano y prima ballerina, en esa faceta es que soy
‘crotalista’.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Y
sin poder salir de mi admiración le preguntaba si había entendido bien y era
directora de orquesta, sonrió y volvió a preguntarme varias veces.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">-¿No
lo sabía?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">-¿No
lo sabía?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">-¿No
lo sabía?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">-Perdón,
pero no lo sabía… creía que Alondra de la Parra era la primera directora de
orquesta de México. E imagino que la mayor parte de los mexicanos no lo
sabíamos pero qué orgullo… además de ser la mejor ‘crotalista’ del mundo, es
directora de orquesta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">El
prestigio que conceden a México personas como Alejandro Ondorica y Sonia Amelio,
representan un orgullo nacional.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Asista
a Zacatecas 94, el próximo jueves a las 19:00 hrs., y compruebe por usted mismo
que en México tenemos mucho por lo cual sentirnos orgullosos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">‘HACIA
UN PAÍS DE VERDAD’ <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">DIÁLOGOS
EN HOMENAJE A LA TRAYECTORIA DE ALEJANDRO ORDORICA.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">II<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">LOS
BUENOS AMIGOS<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Tengo
un espacio en mi corazón para el buen maestro Alejandro Ordorica y para la maestra Martha Chapa por una razón fundamental, son
personas tan sensibles que desde que comenzamos a conocernos, identificaron de
inmediato la importancia de la presencia y el
amor de mi madre -en mi vida- como eje de equilibrio y motor de un
poder que puede remontarlo todo, su sensibilidad hacía que cada ocasión que
habláramos mandaran saludos y buenos deseos a mi madre e incluso convivimos un
par de ocasiones con ellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Mi
madre falleció el 18 de abril de 2015, pero sigue viva en mi corazón y siento
un afecto, un cariño especial y profundo por quienes la conocieron pero sobre
todo por quienes descubrieron su importancia en mi vida para ser la inspiración
de cuanto soy.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Gracias
Alejandro, gracias Martha, tienen un
espacio en mi corazón reservado para los afectos capaces de generar esa energía
de luz que nos hace mejores personas.<o:p></o:p></span></div>
Verenice Naranjohttp://www.blogger.com/profile/09979222968324790848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3753080222560201681.post-55103240712376294092015-07-27T18:27:00.005-07:002016-04-16T18:34:18.241-07:00UNA FOTOGRAFÍA Y UN NÚMERO (HOY, PRESENTE CONTINUO)I<br />
<br />
A veces es una fotografía o un número, más que una palabra... toda mi vida he escrito en presente y tú lo entiendes,<br />
<br />
Tú que escribes sabes que todo se escribe en un continuo presente,,, hoy... por eso escribimos tanto, no creo que exista posibilidad de mayor trascendencia, dicho con toda sencillez.<br />
<br />
¿Te es tan importante que el resto lo comprenda? Si escribes tanto es que no paras de trabajar en un continuo hoy, ¿qué más te puedo decir?<br />
<br />
-¡Que me leas!<br />
<br />
(La escritora a la que haces feliz)<br />
<br />
II<br />
<br />
Ese ese número 1 que fue al rescate del otro número 1, así vi la danza que realmente importa cuando has decidido algo en realidad, ver por aquí ese 1 y ver el otro 1 por acá y luego verlo por allá, en una danza feliz. De lo que se trata es de ver, cuando ya ves.<br />
<br />
¡Ese 11 bailando con tantos ritmos que ni te imaginas!<br />
<br />
III<br />
<br />
No te guíes por la canciones, todas van para ti.Verenice Naranjohttp://www.blogger.com/profile/09979222968324790848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3753080222560201681.post-18118320422173695862015-06-14T09:12:00.001-07:002015-12-28T09:45:00.896-08:00IT'S THE SAME, RESCUE EXPRESS (DEAR UNCLE SAM)It's the same, It's the same I toldy you a lot of times,<br />
One more time and again, why? Because I love you, baby.<br />
Don't speak loud, speak slowly and slight, be polite.<br />
My mother is coming back, you know?<br />
<br />
Your mother can cry at you some times in home, and so what?<br />
<br />
She doesn't know that you are like my analyst and guru now,<br />
Please be polite, my uncle told me years ago, about one day -I think is today.<br />
Something like that: 'One day you'll have more cofidence<br />
Ia a certain partner -that 'wake up' you- more than in your mother.<br />
Is perfectly normal.' -he smiled that day.<br />
My mother is coming back, you know?<br />
<br />
Yes, I know I promisse I'll speak loud, sorry... I mean low, relax<br />
Promisse I shall be polite, and reserve all species of sharpness, all right?<br />
<br />
Half hour later, I think your mother loves you because their sentences<br />
Are carefully organized to sounds like I'm really lucky, for you love me,<br />
<br />Verenice Naranjohttp://www.blogger.com/profile/09979222968324790848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3753080222560201681.post-22384100269585321222013-04-27T19:47:00.002-07:002013-04-27T19:47:26.712-07:00GRACIAS¿Qué más te digo?<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPSmtcrFMvOUBCsz99vEDi4Sx4tQCzH_vRcJFFxWj1GuU77Odhr-Wx6_6p0ZdghPoIP8uyVyoQ3dKmSbUUVrotF8w-7uo-s82MwZk2hbRCaS6qK2bXOXECWAF-azNXI-ojKVpm33gTYQ4/s1600/flor+blanca.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="297" lwa="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPSmtcrFMvOUBCsz99vEDi4Sx4tQCzH_vRcJFFxWj1GuU77Odhr-Wx6_6p0ZdghPoIP8uyVyoQ3dKmSbUUVrotF8w-7uo-s82MwZk2hbRCaS6qK2bXOXECWAF-azNXI-ojKVpm33gTYQ4/s320/flor+blanca.JPG" width="320" /></a></div>
Verenice Naranjohttp://www.blogger.com/profile/09979222968324790848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3753080222560201681.post-14132844071786951482013-04-06T20:49:00.000-07:002016-02-17T16:20:32.108-08:00LA GRATITUD<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGVv-4rCNxQOilozwlBFXjOGmQXTdSFGEzwnxz7UEMUzAzvtpvSyr5zwZqooeZ9Z4tmitz7dzJNU7GOAj-xR8j6OST02r1aethUgBiaZOQCAmQwVfDeZuNZSFL39Cc3MNNzJVQV68Pnfg/s1600/Autorretrato+frente+al+espejo.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5548881620937017602" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGVv-4rCNxQOilozwlBFXjOGmQXTdSFGEzwnxz7UEMUzAzvtpvSyr5zwZqooeZ9Z4tmitz7dzJNU7GOAj-xR8j6OST02r1aethUgBiaZOQCAmQwVfDeZuNZSFL39Cc3MNNzJVQV68Pnfg/s400/Autorretrato+frente+al+espejo.JPG" style="cursor: pointer; float: right; height: 400px; margin: 0px 0px 10px 10px; width: 303px;" /></a><br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikG3p20tpruQ6VveTdMIA7r8RriXCzrP57_MfhO3lgLMUU_qLD5aEe1UhUQVu1lKnAxWokxseiXL49Or_DsYKJqCF6Y4687lncIx-wr6Vsr4nd0IgSd5BMsExNR8vWWLx3xmWgOSBmB0U/s1600/mi+pap%25C3%25A1.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5548879737057688850" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikG3p20tpruQ6VveTdMIA7r8RriXCzrP57_MfhO3lgLMUU_qLD5aEe1UhUQVu1lKnAxWokxseiXL49Or_DsYKJqCF6Y4687lncIx-wr6Vsr4nd0IgSd5BMsExNR8vWWLx3xmWgOSBmB0U/s400/mi+pap%25C3%25A1.JPG" style="cursor: pointer; float: right; height: 400px; margin: 0px 0px 10px 10px; width: 291px;" /></a><br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
..........<br />
<br />
La gratitud al hombre que fue mi padre, porque mi madre me dijo varias veces que él consideraba que mujeres y hombres tenían que tener la misma oportunidad. Somos hijas e hijos agradecidos, por la razón, la coherencia y el buen ejemplo.Verenice Naranjohttp://www.blogger.com/profile/09979222968324790848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3753080222560201681.post-84776507768749426872013-03-05T17:43:00.001-08:002013-04-04T22:58:05.760-07:00EL ZOOLÓGICO DE CHAPULTEPEC (EL CANTO DEL ZENZONTLE)Comparto este cuento con cariño para todos, por la paz.<br />
<br />
<br />
A Verónica Barale, a Mía Bartolucci y para ti.<br />
<br />
<br />
EL ZOOLÓGICO DE CHAPULTEPEC<br />
<br />
(EL CANTO DEL ZENZONTLE)<br />
<br />
Introducción<br />
<br />
Todos los zoológicos de cualquier parte del mundo son una caja de sorpresas.<br />
Por donde pases la mirada, tus ojos disfrutarán del movimiento y una cascada de colores.<br />
Cuando tengas la oportunidad de ir a un zoológico, ve y has un buen recorrido.<br />
Al salir, descubrirás que aprendiste mucho.<br />
Conocerás animales que viven en sitios muy lejanos, y debemos recordar que tanto ellos como nosotros habitamos el mismo planeta. Es una buena idea llevar tu cámara fotográfica, porque podrás obtener imágenes hermosas y originales para compartir con tus familiares y amigos. A veces, hay zonas donde no se puede fotografiar, pero en la mayor parte sí está permitido. <br />
<br />
Así que tendrás muchas oportunidades para retratar a las jirafas, los osos, las cebras, los leones, los elefantes y otra gran variedad de animales: entre aves, mamíferos, insectos,etc. <br />
<br />
Es muy recomendable llevar ropa y zapatos cómodos para disfrutar más del paseo. <br />
El relato que leerás a continuación, sucedió en el “Zoológico de Chapultepec”, que se encuentra en la Ciudad de México.<br />
<br />
La historia me la contó un simpático mono que aprendió a silbar y a contar cuentos.<br />
<br />
<br />
<br />
CUENTO:<br />
<br />
EL CANTO DEL ZENZONTLE <br />
<br />
(EL ZOOLÓGICO DE CHAPULTEPEC)<br />
<br />
<br />
Aquel día de verano, parecía que iba a ser uno más en la vida cotidiana del Zoológico de Chapultepec, con los distintos animales preparándose para recibir a sus visitantes. Sin embargo, muy temprano sucedió algo que llamó la atención de sus habitantes.<br />
<br />
Resulta que durante el transcurso de la mañana, los animales comenzaron a escuchar el trino de un pájaro que no habían oído nunca antes. Era el canto de un ave capaz de emitir diferentes timbres y melodías, de una gran belleza cristalina.<br />
<br />
Tan hermoso era, que la primera en caer embelesada al descubrirlo fue la gran osa panda, quien entrecerró los ojos y se acomodó para escuchar el concierto.<br />
<br />
Mientras se deleitaba con aquel canto, la osa panda veía cómo mecía el viento las ramas de los bambús. También observaba los rayos de luz que se filtraban entre las hojas de los árboles, iluminando el pasto verde y las florecillas de su jardín.<br />
El momento era tan agradable que echó a volar su imaginación y su memoria le hizo recordar algunos días dorados de su infancia, en las lejanas montañas de China.<br />
<br />
Después de unos minutos, aquel sonido mágico se detuvo. Con certeza, el pájaro había volado a otro árbol.<br />
En cuanto dejó de entonar su melodía, el pequeño panda preguntó a su mamá qué clase de pájaro era aquel; cómo se llamaba, de qué color era, qué comía, etcétera.<br />
<br />
La gran osa no conocía las respuestas, sin embargo, le dijo al osito que aquel hermoso sonido le había recordado a un pájaro que había escuchado cuando era osa-niña:<br />
<br />
-“Tengo en la memoria que era una especie de flauta mágica, que resonaba en el espacio y que variaba su melodía de una manera fantástica.” -le dijo.<br />
<br />
Sea quien fuera, su canto era maravilloso. Así que la gran osa panda, decidió levantarse para ir a preguntar a sus vecinas las jirafas.<br />
Además de tener buen carácter y una amena conversación, las jirafas eran bastante altas y podían estirar sus cuellos entre las ramas de los árboles, para intentar ver el ave.<br />
<br />
El osito panda hizo a un lado unas ramas de bambú que estaba disfrutando y se levantó para seguir a su mamá, que se dirigía a la zona de las jirafas.<br />
Así fue que empezaron a caminar de manera pausada -uno atrás de otro- hasta atravesar su agradable espacio, protegido con gruesos vidrios que los aislaban del ruido.<br />
<br />
Mientras llegan los pandas con las jirafas, me gustaría comentarte que el Zoológico de Chapultepec se encuentra dentro de un pequeño bosque que está en la Ciudad de México.<br />
<br />
Por cierto, fue el primer zoológico del mundo donde nacieron pandas en cautiverio, fuera de China. Eso quiere decir que cuando vayas, conocerás algunos ejemplares que nacieron en Chapultepec; o sea, son osos panda de nacionalidad mexicana.<br />
<br />
El lugar de origen de los pandas, son los bosques de bambú que están en la zona central de China y los montes Himalaya del Tíbet. En especial los bosques templados y frescos, situados en altitudes que van de los 1.500 metros a los 3.000 metros sobre el nivel del mar. Como verás, las zonas donde prefieren vivir son las altas montañas.<br />
<br />
Es importante saber esto, porque es muy probable que los osos pandas se sientan felices –como en su casa- debido a las características geográficas de la Ciudad de México, ya que prácticamente reproduce las condiciones que más le agradan. El Distrito Federal se ubica a 2.300 metros sobre el nivel del mar. <br />
<br />
El clima es bastante ameno -una de las mejores características de la ciudad- siendo templado y con una luminosidad especial en el ambiente, que permite disfrutar más los colores. Al estilo mediterráneo.<br />
<br />
El primer par de osos pandas llegaron a México en septiembre de 1975, y fueron donados por el gobierno chino –en nombre de su pueblo- como un símbolo de amistad entre ambas naciones.<br />
Un detalle curioso: ¿sabías que los pandas cuentan con un sexto dedo? Es una especie de pulgar oponible que les permite deshojar los tallos de bambú con mayor facilidad. En realidad es un hueso desarrollado, opuesto a los cinco dedos, y es conocido como “falso pulgar del panda”.<br />
<br />
Pero regresemos a nuestra historia, porque los pandas ya llegaron con sus vecinas las jirafas.<br />
Inmediatamente después de saludarse, el tema de conversación fue el canto del pájaro.<br />
<br />
Las jirafas coincidieron en que aquella ave poseía un sonido sublime. Una de ellas, opinó que quizás ese pájaro era la mascota enjaulada de alguna persona que vivía en uno de los edifi cios situados frente al zoológico. Apenas lo reflexionaron un poco y de inmediato descartaron esa idea, porque era evidente que quien emitía aquel canto andaba libre y volaba por todo el zoológico.<br />
<br />
Como el grupo tenía mucha curiosidad y pocas respuestas, una de las jirafas propuso investigar:<br />
<br />
-¿Y si le preguntamos a la mariposa? con suerte, ella que revolotea por todas partes, lo ha visto.<br />
<br />
Otra jirafa agregó: <br />
<br />
-También le podemos preguntar al colibrí, ya ven que no cesa de moverse durante el día, de flor en flor.<br />
<br />
El primero en aparecer a lo lejos, fue un hermoso colibrí verde esmeralda, quien bebía la miel de una flor color rojo encendido con centro amarillo. El colibrí era muy sensible; sintió la mirada de las jirafas y los pandas sobre él, percibió que toda la atención estaba puesta en su aleteo, por lo que se acercó a saludarles.<br />
<br />
Después de intercambiar las primeras palabras, el colibrí fue el primero en compartir su información acerca del pájaro de canto maravilloso. Confirmó que el ave estaba de visita desde esa mañana por el zoológico, que tenía una voz insuperable y lo más importante, les dijo que se llamaba “Zenzontle”.<br />
<br />
-¿Zenzontle? Repitieron al unísono los animales que escuchaban al colibrí.<br />
<br />
- Sí, Zenzontle. -volvió a decir el colibrí<br />
<br />
-¿Y de dónde es? Interrogaron con curiosidad.<br />
<br />
<br />
- Es un pájaro maya, que viene de Yucatán. Y por lo que sé, es muy diferente a los demás. Dicen que logra imitar el canto de todos los pájaros, y por si fuera poco, puede crear nuevas melodías, como compositor de una orquesta. Es un artista de la naturaleza.<br />
<br />
Las jirafas y los osos se quedaron con la boca abierta al saber esto; la admiración por el Zenzontle iba en aumento. Tras decir esto, el colibrí se excusó y se despidió de sus amigos, porque tenía que ir en busca de otra flor -para beber néctar- lo cual era su actividad favorita.<br />
<br />
Más tardó en salir volando el colibrí, que en llegar la mariposa revoloteando por entre una gran flor roja-anaranjada.<br />
<br />
Como todas las mariposas, tenía una lengua bastante larga que enrollaba y desenrollaba de manera simpática al conversar. <br />
<br />
Con esta manera de charlar, dijo:<br />
<br />
-Hace rato pasé junto al zenzontle, pero no lo saludé para no interrumpir su canto; estaba en la rama de un árbol de ahuehuete, en uno de esos muy altos que están frente al lago.<br />
<br />
El pequeño oso panda y el resto de los animales se dieron cuenta que no sabían cómo era el pájaro -de apariencia- así que interrogaron:<br />
<br />
-¿Y cómo es, de qué tamaño, de qué color?<br />
<br />
<br />
La mariposa entrecerró un poco sus enormes ojos, haciendo ese gesto que hace uno cuando trata de recordar algo. Y describió:<br />
<br />
-Pues… tiene un pico largo y afilado, su cuerpo es mediano y los colores de su plumaje son muy discretos; con tonos en gris oscuro, gris claro, negro y sepia.<br />
<br />
Todos los animales estuvieron de acuerdo que con sus virtudes artísticas, el pájaro no necesitaba mayor belleza exterior ni colorido en su plumaje. Así tal como era, ya era hermoso.<br />
<br />
Hacia el mediodía, el tema de conversación por todo el zoológico era el zenzontle.<br />
<br />
Variaban las versiones sobre el motivo de su presencia, que iban desde que se trataba de un simple paseo, hasta llegar a quienes afirmaban que anidaba sus huevos en un árbol del zoológico.<br />
<br />
Hubo situaciones divertidas como resultado de intentar relacionar todo a la presencia del zenzontle.<br />
<br />
Por ejemplo, el papá gorila que paseaba a su hijo en la espalda, encontró una pelota de golf y de inmediato fue con su esposa a consultarle si creía que aquello podría tratarse de una especie de estuche para proteger o anidar huevos de zenzontle.<br />
<br />
La señora gorila, que acostumbraba ser muy práctica en todo, le dijo:<br />
<br />
-No sé bien, pero no lo creo.<br />
<br />
Observó un momento la bola que le mostraba el señor gorila y empezó a reconocer la pelota de golf, por lo que dijo:<br />
<br />
-Desconozco qué es exactamente, pero ya he visto eso antes. <br />
<br />
Es imposible de morder y no tiene ningún sabor. Sugiero que desaparezcas eso antes de que despierte junior, dijo señalando la pelota de golf. Ambos estuvieron de acuerdo.<br />
<br />
La escena más simpática, sin embargo, la protagonizaron doña hipopotama y su hijito.<br />
<br />
Resulta que la señora Hipo comentó que cuando vivía en África, siendo todavía muy joven, había aprendido un llamado especial para atraer a ese tipo de pájaro que podía imitar el canto de las demás aves.<br />
<br />
Así que de repente, todos los animales estaban entusiasmados con la idea de escucharle realizar aquel “llamado”, a fin de atraer al zenzontle y poderlo conocer.<br />
<br />
La verdad fue que doña Hipo lanzó una serie de sonidos bastante feroces que desconcertaron al auditorio. Al principio, incluso algunos animales se asustaron un poco por la gran potencia de su rugido, pero terminaron por darse cuenta que aquella especie de potente bramido, era sólo el canto de doña Hipo cuando estaba contenta. <br />
<br />
Y además estaba haciendo su mejor esfuerzo, sin duda.<br />
<br />
Al final, aunque no apareció el pájaro con aquel llamado, doña Hipo recibió un gran aplauso. El pequeño hipo estaba feliz por el breve y repentino éxito de su madre.<br />
<br />
No cabía la menor duda que aquel día, estaba siendo muy distinto dentro del Zoológico de Chapultepec.<br />
<br />
La algarabía por el pájaro de la voz prodigiosa, sólo encontró un poco de resistencia entre las aves que estaban anidando sus propios huevos. Y aunque no había razones para desconfiar, por instinto prefirieron no alejarse demasiado de sus nidos.<br />
<br />
Tanto avestruces como flamencos rosados, se disculparon diciendo que tenían mucho trabajo pendiente por la próxima llegada de sus polluelos. Era muy improbable confundir el huevo de un zenzontle con el de un avestruz, pero las enormes aves no quisieron arriesgar ni medio milímetro su tranquilidad. Imagina el tamaño de los avestruces, con estas medidas:<br />
<br />
*El macho llega a medir hasta los 2.7 metros de altura (¡casi tres metros!) y alcanzan a pesar 150 kilos. (Son aves que no pueden volar. Si volaran, parecerían helicópteros.)<br />
<br />
*Sus largas patas les permiten correr a una velocidad de 60 a 70 km/h. (como un auto)<br />
<br />
*Los huevos son grandes y blancos, pesan en promedio 1.5 Kg. (Sí, un solo huevo pesa un kilo y medio; el equivalente a poco más de 3 libras.)<br />
<br />
Por cierto, ¿sabías que entre los avestruces, el macho incuba y cuida los huevos sentándose sobre ellos por las noches? La hembra sólo los calienta durante algunas horas al día. Por lo general, los avestruces son padres tan responsables que no se separan ni un instante de su nido; de hecho, los machos pasan más tiempo cuidando e incubando los huevos que las hembras.<br />
<br />
Por su parte, los flamencos o flamingos rosados tampoco se quisieron separar ni un momento de sus nidos, sin embargo, dijeron que habían escuchado y disfrutado muchísimo el trino del zenzontle; los había sorprendido su canto melodioso. <br />
<br />
Hablando de los flamencos, ¿te has dado cuenta del hermoso color que tienen estas aves? Pues al nacer y salir del cascarón, tienen el plumaje blanco; sólo hasta que crecen y se convierten en adultos se tiñen de ese característico color rosa salmón, debido a los pigmentos naturales que contienen las algas de las que se alimentan.<br />
<br />
Por ejemplo, las zanahorias que comemos y que tienen ese color anaranjado brillante, contienen esas mismas substancias llamadas carotenoides.<br />
<br />
Hubo una curiosa coincidencia entre el famoso pájaro y los flamencos: Resulta que cuando una de las jirafas les comentó que el zenzontle era de Yucatán, los flamencos rosados dijeron que uno de los lugares más importantes en el mundo para ellos, eran precisamente las lagunas salinas de la península yucateca. Cada año, llegaban por miles -entre diciembre y febrero- para descansar, alimentarse y reproducirse ahí. Antes de continuar su viaje migratorio.<br />
<br />
La jirafa más alta, dijo en ese momento:<br />
<br />
-Bueno, creo que si queremos saber algo del zenzontle, lo mejor es ir con otros animales que no estén tan ocupados, anidando en estos momentos.<br />
<br />
Los gorilas y los osos panda sugirieron que la mejor idea a esas alturas, era ir a preguntar a los enormes felinos. Por alguna extraña razón, muchos animales consideraban muy inteligentes a los leones con grandes y hermosas melenas; los respetaban mucho más por esa característica, que por su fuerza.<br />
<br />
Durante el trayecto, el señor y la señora gorila, les platicaron a los otros animales que habían leído un libro con una antigua leyenda maya, según la cual, el zenzontle era el pájaro que cantaría por todo el mundo, al comenzar el gran tiempo de vivir en paz. Parecido a la paloma de la paz. El zenzontle sería el pájaro encargado de anunciar con su trino, que había llegado la paz al mundo. Una nueva era.<br />
<br />
-“Si eso sucede, me pongo a hacer ejercicios para celebrarlo” -dijo con una sonrisa la gran osa panda, quien era conocida al igual que todos los demás pandas, por ser tan hermosos como perezosos. <br />
<br />
Una de las jirafas quedó muy intrigada con la historia y quiso saber más al respecto:<br />
<br />
-¿Cuándo el zenzontle cante habrá paz o cuando haya paz va a cantar el zenzontle?<br />
<br />
<br />
El señor gorila respondió:<br />
<br />
-La verdad, no me quedó muy claro eso, ¿qué les parece si vamos con el león, el tigre y el jaguar para preguntarles si saben algo?<br />
<br />
Cuando el grupo de animales, o sea, el “animalerío” llegó a la zona de los felinos, la algarabía era tal que tuvieron que guardar silencio porque doña hipopotama creyó escuchar a lo lejos al zenzontle.<br />
<br />
Efectivamente se escuchó un canto a lo lejos, muy distante. Con seguridad el zenzontle estaba fuera del zoológico, era muy probable que estuviera posado en algún poste o cable público, o en un árbol de cualquier calle. O quizás cantaba desde el balcón de una casa o la azotea de un edificio, porque su trino era una especie de eco lejano. El canto duró pocos instantes y desapareció.<br />
<br />
Los relatos del tigre y el jaguar fueron los más sorprendentes; ambos aseguraron que muy temprano por la mañana, estaban un poco de mal humor porque tenían hambre y todavía no les servían el desayuno, sin embargo, cuando empezaron a escuchar el canto del zenzontle su malestar se fue disolviendo y pensaron que no era una mala idea esperar un poco por sus platillos.<br />
<br />
Dijeron que después de disfrutar ese agradable concierto musical se sintieron alegres, y cuando llegó su desayuno, les supo más delicioso que nunca.<br />
<br />
Por su parte, el señor león -que estaba al cuidado de su pequeño leoncito mientras la señora leona tomaba una siesta- dijo que él también había escuchado en la selva africana, esa historia del pájaro que anunciaría la paz. Y según la leyenda, ese pájaro poseía 400 cantos distintos -en su garganta- que interpretaba según su estado de ánimo. Y todos eran exquisitos al oído.<br />
<br />
Ahora los animales no sólo estaban ansiosos por ver y oír al zenzontle, también querían charlar con él, preguntarle si todo lo que se decía, era cierto.<br />
<br />
El grupo no sabía que el destino les tenía reservada una sorpresa, porque estaban a unos cuantos pasos de encontrarse con el zenzontle.<br />
<br />
Ignoraban que el pájaro estaba parado –muy cerca- en una barda del zoológico que daba hacia la calle, justo a la altura del “Aviario de Moctezuma” (Cerca de Av. Paseo de la Reforma, para quien conoce la Ciudad de México).<br />
<br />
Antes de llegar al aviario, el grupo de animales pasó por una especie de estanque donde un grupo de simpáticas cebras bebían y jugueteaban con el agua. Sin duda, ellas fueron las más extravagantes en sus opiniones sobre el zenzontle, porque tenían opiniones mucho muy distintas. En tanto algunas opinaban que su canto era celestial, otra dijo que le parecía que ese pájaro estaba ligeramente desentonado y a veces desafinaba. Nadie creyó esto último, pero respetaron la opinión de la cebra que lo dijo.<br />
<br />
-“Las opiniones son así, no cambian la verdad, sólo muestran los gustos de quien las externa. Y hay que respetar las distintas opiniones, porque son los gustos de la gente.” Solía repetir a todas horas una osa polar. Todos recordaron esas palabras en aquellos momentos y se despidieron alegremente de las cebras. Por cierto, un par de cebras, se unieron a la búsqueda del zenzontle.<br />
<br />
¡Cuál no sería su sorpresa cuando de repente, al llegar frente al magnífico aviario, escucharon un hermoso trino e inmediatamente después vieron al zenzontle parado en una barda, justo frente a ellos! Ahí estaba el zenzontle, viendo al resto de los animales que sonreían al verlo y le aplaudían. El pájaro estaba muy contento de tan cálido recibimiento por parte de los habitantes del Zoológico de Chapultepec.<br />
<br />
Al principio todos comenzaron a hablar al mismo tiempo, hasta que el señor león sugirió un poco de orden para conversar con el ilustre visitante. La osa panda fue la encargada de darle unas palabras de bienvenida, después lo hicieron doña Hipo y el señor gorila. Inmediatamente después, el jaguar no pudo contener la curiosidad y le preguntó de forma directa:<br />
<br />
-“Señor zenzontle, ¿es verdad que puede usted entonar más de 400 cantos distintos?<br />
<br />
-¿Y a qué cree que se deba que su canto nos tranquiliza a los animales y a las personas?<br />
<br />
Antes de permitirle contestar, la jirafa más alta, también lo interrogó: <br />
<br />
-“¿Y es cierto que su canto va a traer la paz al mundo?"<br />
<br />
Por toda respuesta, el zenzontle empezó a cantar y a cantar y a cantar. El concierto se extendió durante casi una hora, hasta la puesta del sol. Fue algo divino. Cuenta la historia que después que el zenzontle terminó de cantar, sucedió algo mágico: Por la noche se hizo un gran silencio, y al otro día, Iniciaron las treguas, los tratados y las firmas de paz -por todas partes- alrededor de la tierra.<br />
<br />
La leyenda maya del canto del zenzontle era verdadera.<br />
<br />
Y para que se cumpliera, debió ser relatada por un simpático mono que hubiera aprendido a contar cuentos y a silbar.<br />
<br />
<br />
ZOOLÓGICO DE CHAPULTEPEC<br />
<br />
UN POCO DE HISTORIA<br />
<br />
<br />
El Zoológico de Chapultepec existía en la Ciudad de México, desde antes de la llegada de los españoles.<br />
<br />
Chapultepec, era considerada una montaña sagrada entre los aztecas; su nombre significa “Cerro de grillos” en náhuatl. El náhuatl era el idioma de los aztecas; y hasta nuestros días, lo hablan muchos mexicanos.<br />
<br />
Por lo general, el símbolo de Chapultepec se representa por medio de esculturas con la figura de un grillo o chapulín arriba de un cerro, rodeado de agua.<br />
<br />
Volviendo a la historia… a Hernán Cortés y sus hombres les sorprendió encontrarse con una mezcla de Zoológico-Jardín Botánico en Chapultepec, en donde se encontraban unos magníficos jardines habitados por una gran variedad de especies; que reunía toda clase de fl ores, hierbas aromáticas y yerbas medicinales. Además de una colección de diferentes animales confinados en unas jaulas bien construidas que retenían a coyotes y zorros, entre otros animales, los cuales eran cuidados por docenas de personas, de la corte del emperador azteca.<br />
<br />
Sin embargo, lo que más llamó la atención de los españoles fue el gran Aviario de Moctezuma, el cual exhibía aves tan hermosas como los quetzales, las guacamayas, los flamencos rosados, las garzas y pavos, entre muchas otras aves coloridas. <br />
<br />
Chapultepec, era considerada una montaña sagrada entre los aztecas; su nombre significa “Cerro de grillos” en náhuatl. El náhuatl era el idioma de los aztecas; y hasta nuestros días, lo hablan muchos mexicanos.<br />
<br />
Para finalizar este cuento, hay un par de animales muy importantes no sólo para el Zoológico de Chapultepec, sino para todo México, se trata de los que aparecen en su bandera y escudo nacional: Un águila y una serpiente.<br />
<br />
El águila está parada sobre un cactus de nopal y tiene sometida a una serpiente, a la cual está devorando.<br />
<br />
Si lo piensas un poco, es un símbolo que representa el triunfo de la voluntad frente a cualquier circunstancia.<br />
<br />
Para los aztecas, la serpiente también representaba “el agua terrestre” que fertilizaba la vida y permitía que todo se renovara, siguiendo los ciclos de la naturaleza.<br />
<br />
<br />
MARIPOSARIO DEL EMPERADOR NEZAHUALCÓYOTL<br />
<br />
<br />
Ah, no olvides que en el Zoológico de Chapultepec hay un lindo “mariposario”,<br />
<br />
Ahí puedes admirar la mágica transformación de las mariposas: <br />
<br />
Una metamorfosis en la que pasan de ser una crisálida –una especie de gusanito- hasta convertirse en hermosos seres alados y coloridos, que vuelan entre las flores.<br />
<br />
Recuerda que cuando vayas, puedes ayudar a liberar una mariposa, y al momento de hacerlo, puedes pedir un deseo -que con un poco de suerte y voluntad- muy probablemente se cumplirá. ¡Suerte! <br />
<br />
FIN<br />
<br />Verenice Naranjohttp://www.blogger.com/profile/09979222968324790848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3753080222560201681.post-1083147040805801832013-03-05T12:12:00.001-08:002013-03-05T17:16:19.120-08:00 ZOOLÓGICO DE CHAPULTEPEC (EL CANTO DEL ZENZONTLE)<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNPnzxemp2auIKAx-YhhNuoFC70JYQbFElPc_b-p2CvIpgeIBPSqgYfwaMt77N6gxfZvwtaCbEbgxgT5Ia2qhkPGt3uLWvKXXqAPGn8QiE4Ohpm6Ts1lXBoQO-rCatIK9dE4uREoixHp4/s1600/el+canto+del+zenzontle.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5629642917330631474" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNPnzxemp2auIKAx-YhhNuoFC70JYQbFElPc_b-p2CvIpgeIBPSqgYfwaMt77N6gxfZvwtaCbEbgxgT5Ia2qhkPGt3uLWvKXXqAPGn8QiE4Ohpm6Ts1lXBoQO-rCatIK9dE4uREoixHp4/s400/el+canto+del+zenzontle.JPG" style="cursor: pointer; float: right; height: 295px; margin: 0px 0px 10px 10px; width: 400px;" /></a><br />
Comparto este cuento con cariño para todos, por la paz.<br />
<br />
A Verónica Barale, a Mía Bartolucci y para ti.<br />
<br />
<br />
<strong>EL ZOOLÓGICO DE CHAPULTEPEC<br />(EL CANTO DEL ZENZONTLE)<br />Introducción</strong><br />
<br />
Todos los zoológicos de cualquier parte del mundo son una caja de sorpresas.<br />
<br />
Por donde pases la mirada, tus ojos disfrutarán del movimiento y una cascada de colores.<br />
<br />
Cuando tengas la oportunidad de ir a un zoológico, ve y has un buen recorrido.<br />
<br />
Al salir, descubrirás que aprendiste mucho.<br />
Conocerás animales que viven en sitios muy lejanos, y debemos recordar que tanto ellos como nosotros habitamos el mismo planeta. Es una buena idea llevar tu cámara fotográfica, porque podrás obtener imágenes hermosas y originales para compartir con tus familiares y amigos. A veces, hay zonas donde no se puede fotografiar, pero en la mayor parte sí está permitido. <br />
<br />
Así que tendrás muchas oportunidades para retratar a las jirafas, los osos, las cebras, los leones, los elefantes y otra gran variedad de animales: entre aves, mamíferos, insectos,etc. <br />
Es muy recomendable llevar ropa y zapatos cómodos para disfrutar más del paseo. <br />
<br />
El relato que leerás a continuación, sucedió en el “Zoológico de Chapultepec”, que se encuentra en la Ciudad de México.<br />
<br />
La historia me la contó un simpático mono que aprendió a silbar y a contar cuentos.<br />
<br />
<strong>CUENTO:<br />EL CANTO DEL ZENZONTLE <br />(EL ZOOLÓGICO DE CHAPULTEPEC)</strong><br />
<br />
Aquel día de verano, parecía que iba a ser uno más en la vida cotidiana del Zoológico de Chapultepec, con los distintos animales preparándose para recibir a sus visitantes. Sin embargo, muy temprano sucedió algo que llamó la atención de sus habitantes.<br />
<br />
Resulta que durante el transcurso de la mañana, los animales comenzaron a escuchar el trino de un pájaro que no habían oído nunca antes. Era el canto de un ave capaz de emitir diferentes timbres y melodías, de una gran belleza cristalina.<br />
Tan hermoso era, que la primera en caer embelesada al descubrirlo fue la gran osa panda, quien entrecerró los ojos y se acomodó para escuchar el concierto.<br />
<br />
Mientras se deleitaba con aquel canto, la osa panda veía cómo mecía el viento las ramas de los bambús. También observaba los rayos de luz que se filtraban entre las hojas de los árboles, iluminando el pasto verde y las florecillas de su jardín.<br />
<br />
El momento era tan agradable que echó a volar su imaginación y su memoria le hizo recordar algunos días dorados de su infancia, en las lejanas montañas de China.<br />
<br />
Después de unos minutos, aquel sonido mágico se detuvo.<br />
Con certeza, el pájaro había volado a otro árbol.<br />
<br />
En cuanto dejó de entonar su melodía, el pequeño panda preguntó a su mamá qué clase de pájaro era aquel; cómo se llamaba, de qué color era, qué comía, etcétera.<br />
La gran osa no conocía las respuestas, sin embargo, le dijo al osito que aquel hermoso sonido le había recordado a un pájaro que había escuchado cuando era osa-niña:<br />
<br />
-“Tengo en la memoria que era una especie de flauta mágica, que resonaba en el espacio y que variaba su melodía de una manera fantástica.” -le dijo.<br />
<br />
Sea quien fuera, su canto era maravilloso. Así que la gran osa panda, decidió levantarse para ir a preguntar a sus vecinas las jirafas.<br />
Además de tener buen carácter y una amena conversación, las jirafas eran bastante altas y podían estirar sus cuellos entre las ramas de los árboles, para intentar ver el ave.<br />
<br />
El osito panda hizo a un lado unas ramas de bambú que estaba disfrutando y se levantó para seguir a su mamá, que se dirigía a la zona de las jirafas.<br />
Así fue que empezaron a caminar de manera pausada -uno atrás de otro- hasta atravesar su agradable espacio, protegido con gruesos vidrios que los aislaban del ruido.<br />
<br />
Mientras llegan los pandas con las jirafas, me gustaría comentarte que el Zoológico de Chapultepec se encuentra dentro de un pequeño bosque que está en la Ciudad de México.<br />
<br />
Por cierto, fue el primer zoológico del mundo donde nacieron pandas en cautiverio, fuera de China. Eso quiere decir que cuando vayas, conocerás algunos ejemplares que nacieron en Chapultepec; o sea, son osos panda de nacionalidad mexicana.<br />
<br />
El lugar de origen de los pandas, son los bosques de bambú que están en la zona central de China y los montes Himalaya del Tíbet. En especial los bosques templados y frescos, situados en altitudes que van de los 1.500 metros a los 3.000 metros sobre el nivel del mar. Como verás, las zonas donde prefieren vivir son las altas montañas.<br />
<br />
Es importante saber esto, porque es muy probable que los osos pandas se sientan felices –como en su casa- debido a las características geográficas de la Ciudad de México, ya que prácticamente reproduce las condiciones que más le agradan.<br />
El Distrito Federal se ubica a 2.300 metros sobre el nivel del mar. <br />
El clima es bastante ameno -una de las mejores características de la ciudad- siendo templado y con una luminosidad especial en el ambiente, que permite disfrutar más los colores. <br />
Al estilo mediterráneo.<br />
<br />
El primer par de osos pandas llegaron a México en septiembre de 1975, y fueron donados por el gobierno chino –en nombre de su pueblo- como un símbolo de amistad entre ambas naciones.<br />
<br />
Un detalle curioso: ¿sabías que los pandas cuentan con un sexto dedo? Es una especie de pulgar oponible que les permite deshojar los tallos de bambú con mayor facilidad. En realidad es un hueso desarrollado, opuesto a los cinco dedos, y es conocido como “falso pulgar del panda”.<br />
Pero regresemos a nuestra historia, porque los pandas ya llegaron con sus vecinas las jirafas.<br />
<br />
Inmediatamente después de saludarse, el tema de conversación fue el canto del pájaro.<br />
<br />
Las jirafas coincidieron en que aquella ave poseía un sonido sublime. Una de ellas, opinó que quizás ese pájaro era la mascota enjaulada de alguna persona que vivía en uno de los edifi cios situados frente al zoológico. Apenas lo reflexionaron un poco y de inmediato descartaron esa idea, porque era evidente que quien emitía aquel canto andaba libre y volaba por todo el zoológico.<br />
Como el grupo tenía mucha curiosidad y pocas respuestas, una de las jirafas propuso investigar:<br />
<br />
-¿Y si le preguntamos a la mariposa? con suerte, ella que revolotea por todas partes, lo ha visto.<br />
<br />
Otra jirafa agregó: <br />
<br />
-También le podemos preguntar al colibrí, ya ven que no cesa de moverse durante el día, de flor en flor.<br />
<br />
El primero en aparecer a lo lejos, fue un hermoso colibrí verde esmeralda, quien bebía la miel de una flor color rojo encendido con centro amarillo. El colibrí era muy sensible; sintió la mirada de las jirafas y los pandas sobre él, percibió que toda la atención estaba puesta en su aleteo, por lo que se acercó a saludarles.<br />
<br />
Después de intercambiar las primeras palabras, el colibrí fue el primero en compartir su información acerca del pájaro de canto maravilloso. Confirmó que el ave estaba de visita desde esa mañana por el zoológico, que tenía una voz insuperable y lo más importante, les dijo que se llamaba “Zenzontle”.<br />
<br />
-¿Zenzontle? Repitieron al unísono los animales que escuchaban al colibrí.<br />
<br />
- Sí, Zenzontle. -volvió a decir el colibrí<br />
<br />
-¿Y de dónde es? Interrogaron con curiosidad.<br />
<br />
- Es un pájaro maya, que viene de Yucatán. Y por lo que sé, es muy diferente a los demás. Dicen que logra imitar el canto de todos los pájaros, y por si fuera poco, puede crear nuevas melodías, como compositor de una orquesta. Es un artista de la naturaleza.<br />
<br />
Las jirafas y los osos se quedaron con la boca abierta al saber esto; la admiración por el Zenzontle iba en aumento. Tras decir esto, el colibrí se excusó y se despidió de sus amigos, porque tenía que ir en busca de otra flor -para beber néctar- lo cual era su actividad favorita.<br />
Más tardó en salir volando el colibrí, que en llegar la mariposa revoloteando por entre una gran flor roja-anaranjada.<br />
Como todas las mariposas, tenía una lengua bastante larga que enrollaba y desenrollaba de manera simpática al conversar. <br />
Con esta manera de charlar, dijo:<br />
<br />
-Hace rato pasé junto al zenzontle, pero no lo saludé para no interrumpir su canto; estaba en la rama de un árbol de ahuehuete, en uno de esos muy altos que están frente al lago.<br />
<br />
El pequeño oso panda y el resto de los animales se dieron cuenta que no sabían cómo era el pájaro -de apariencia- así que interrogaron:<br />
<br />
-¿Y cómo es, de qué tamaño, de qué color?<br />
<br />
La mariposa entrecerró un poco sus enormes ojos, haciendo ese gesto que hace uno cuando trata de recordar algo. Y describió:<br />
<br />
-Pues… tiene un pico largo y afilado, su cuerpo es mediano y los colores de su plumaje son muy discretos; con tonos en gris oscuro, gris claro, negro y sepia.<br />
<br />
Todos los animales estuvieron de acuerdo que con sus virtudes artísticas, el pájaro no necesitaba mayor belleza exterior ni colorido en su plumaje. Así tal como era, ya era hermoso.<br />
<br />
Hacia el mediodía, el tema de conversación por todo el zoológico era el zenzontle.<br />
<br />
Variaban las versiones sobre el motivo de su presencia, que iban desde que se trataba de un simple paseo, hasta llegar a quienes afirmaban que anidaba sus huevos en un árbol del zoológico.<br />
Hubo situaciones divertidas como resultado de intentar relacionar todo a la presencia del zenzontle.<br />
<br />
Por ejemplo, el papá gorila que paseaba a su hijo en la espalda, encontró una pelota de golf y de inmediato fue con su esposa a consultarle si creía que aquello podría tratarse de una especie de estuche para proteger o anidar huevos de zenzontle.<br />
<br />
La señora gorila, que acostumbraba ser muy práctica en todo, le dijo:<br />
<br />
-No sé bien, pero no lo creo.<br />
<br />
Observó un momento la bola que le mostraba el señor gorila y empezó a reconocer la pelota de golf, por lo que dijo:<br />
<br />
-Desconozco qué es exactamente, pero ya he visto eso antes. <br />
Es imposible de morder y no tiene ningún sabor. Sugiero que desaparezcas eso antes de que despierte junior, dijo señalando la pelota de golf.<br />
Ambos estuvieron de acuerdo.<br />
<br />
La escena más simpática, sin embargo, la protagonizaron doña hipopotama y su hijito.<br />
<br />
Resulta que la señora Hipo comentó que cuando vivía en África, siendo todavía muy joven, había aprendido un llamado especial para atraer a ese tipo de pájaro que podía imitar el canto de las demás aves.<br />
<br />
Así que de repente, todos los animales estaban entusiasmados con la idea de escucharle realizar aquel “llamado”, a fin de atraer al zenzontle y poderlo conocer.<br />
La verdad fue que doña Hipo lanzó una serie de sonidos bastante feroces que desconcertaron al auditorio. Al principio, incluso algunos animales se asustaron un poco por la gran potencia de su rugido, pero terminaron por darse cuenta que aquella especie de potente bramido, era sólo el canto de doña Hipo cuando estaba contenta. <br />
Y además estaba haciendo su mejor esfuerzo, sin duda.<br />
<br />
Al final, aunque no apareció el pájaro con aquel llamado, doña Hipo recibió un gran aplauso. El pequeño hipo estaba feliz por el breve y repentino éxito de su madre.<br />
<br />
No cabía la menor duda que aquel día, estaba siendo muy distinto dentro del Zoológico de Chapultepec.<br />
<br />
La algarabía por el pájaro de la voz prodigiosa, sólo encontró un poco de resistencia entre las aves que estaban anidando sus propios huevos. Y aunque no había razones para desconfiar, por instinto prefirieron no alejarse demasiado de sus nidos.<br />
<br />
Tanto avestruces como flamencos rosados, se disculparon diciendo que tenían mucho trabajo pendiente por la próxima llegada de sus polluelos. Era muy improbable confundir el huevo de un zenzontle con el de un avestruz, pero las enormes aves no quisieron arriesgar ni medio milímetro su tranquilidad. Imagina el tamaño de los avestruces, con estas medidas:<br />
<br />
*El macho llega a medir hasta los 2.7 metros de altura (¡casi tres metros!) y alcanzan a pesar 150 kilos. (Son aves que no pueden volar. Si volaran, parecerían helicópteros.)<br />
<br />
*Sus largas patas les permiten correr a una velocidad de 60 a 70 km/h. (como un auto)<br />
<br />
*Los huevos son grandes y blancos, pesan en promedio 1.5 Kg. (Sí, un solo huevo pesa un kilo y medio; el equivalente a poco más de 3 libras.)<br />
<br />
Por cierto, ¿sabías que entre los avestruces, el macho incuba y cuida los huevos sentándose sobre ellos por las noches? La hembra sólo los calienta durante algunas horas al día. Por lo general, los avestruces son padres tan responsables que no se separan ni un instante de su nido; de hecho, los machos pasan más tiempo cuidando e incubando los huevos que las hembras.<br />
<br />
Por su parte, los flamencos o flamingos rosados tampoco se quisieron separar ni un momento de sus nidos, sin embargo, dijeron que habían escuchado y disfrutado muchísimo el trino del zenzontle; los había sorprendido su canto melodioso. <br />
<br />
Hablando de los flamencos, ¿te has dado cuenta del hermoso color que tienen estas aves? Pues al nacer y salir del cascarón, tienen el plumaje blanco; sólo hasta que crecen y se convierten en adultos se tiñen de ese característico color rosa salmón, debido a los pigmentos naturales que contienen las algas de las que se alimentan.<br />
Por ejemplo, las zanahorias que comemos y que tienen ese color anaranjado brillante, contienen esas mismas substancias llamadas carotenoides.<br />
<br />
Hubo una curiosa coincidencia entre el famoso pájaro y los flamencos: Resulta que cuando una de las jirafas les comentó que el zenzontle era de Yucatán, los flamencos rosados dijeron que uno de los lugares más importantes en el mundo para ellos, eran precisamente las lagunas salinas de la península yucateca. Cada año, llegaban por miles -entre diciembre y febrero- para descansar, alimentarse y reproducirse ahí. Antes de continuar su viaje migratorio.<br />
<br />
La jirafa más alta, dijo en ese momento:<br />
<br />
-Bueno, creo que si queremos saber algo del zenzontle, lo mejor es ir con otros animales que no estén tan ocupados, anidando en estos momentos.<br />
<br />
Los gorilas y los osos panda sugirieron que la mejor idea a esas alturas, era ir a preguntar a los enormes felinos. Por alguna extraña razón, muchos animales consideraban muy inteligentes a los leones con grandes y hermosas melenas; los respetaban mucho más por esa característica, que por su fuerza.<br />
<br />
Durante el trayecto, el señor y la señora gorila, les platicaron a los otros animales que habían leído un libro con una antigua leyenda maya, según la cual, el zenzontle era el pájaro que cantaría por todo el mundo, al comenzar el gran tiempo de vivir en paz. Parecido a la paloma de la paz. El zenzontle sería el pájaro encargado de anunciar con su trino, que había llegado la paz al mundo. Una nueva era.<br />
<br />
-“Si eso sucede, me pongo a hacer ejercicios para celebrarlo” -dijo con una sonrisa la gran osa panda, quien era conocida al igual que todos los demás pandas, por ser tan hermosos como perezosos. <br />
<br />
Una de las jirafas quedó muy intrigada con la historia y quiso saber más al respecto:<br />
<br />
-¿Cuándo el zenzontle cante habrá paz o cuando haya paz va a cantar el zenzontle?<br />
<br />
El señor gorila respondió:<br />
<br />
-La verdad, no me quedó muy claro eso, ¿qué les parece si vamos con el león, el tigre y el jaguar para preguntarles si saben algo?<br />
<br />
Cuando el grupo de animales, o sea, el “animalerío” llegó a la zona de los felinos, la algarabía era tal que tuvieron que guardar silencio porque doña hipopotama creyó escuchar a lo lejos al zenzontle.<br />
<br />
Efectivamente se escuchó un canto a lo lejos, muy distante. Con seguridad el zenzontle estaba fuera del zoológico, era muy probable que estuviera posado en algún poste o cable público, o en un árbol de cualquier calle. O quizás cantaba desde el balcón de una casa o la azotea de un edificio, porque su trino era una especie de eco lejano. El canto duró pocos instantes y desapareció.<br />
<br />
Los relatos del tigre y el jaguar fueron los más sorprendentes; ambos aseguraron que muy temprano por la mañana, estaban un poco de mal humor porque tenían hambre y todavía no les servían el desayuno, sin embargo, cuando empezaron a escuchar el canto del zenzontle su malestar se fue disolviendo y pensaron que no era una mala idea esperar un poco por sus platillos.<br />
<br />
Dijeron que después de disfrutar ese agradable concierto musical se sintieron alegres, y cuando llegó su desayuno, les supo más delicioso que nunca.<br />
Por su parte, el señor león -que estaba al cuidado de su pequeño leoncito mientras la señora leona tomaba una siesta- dijo que él también había escuchado en la selva africana, esa historia del pájaro que anunciaría la paz. Y según la leyenda, ese pájaro poseía 400 cantos distintos -en su garganta- que interpretaba según su estado de ánimo. Y todos eran exquisitos al oído.<br />
<br />
Ahora los animales no sólo estaban ansiosos por ver y oír al zenzontle, también querían charlar con él, preguntarle si todo lo que se decía, era cierto.<br />
<br />
El grupo no sabía que el destino les tenía reservada una sorpresa, porque estaban a unos cuantos pasos de encontrarse con el zenzontle.<br />
<br />
Ignoraban que el pájaro estaba parado –muy cerca- en una barda del zoológico que daba hacia la calle, justo a la altura del “Aviario de Moctezuma” (Cerca de Av. Paseo de la Reforma, para quien conoce la Ciudad de México).<br />
<br />
Antes de llegar al aviario, el grupo de animales pasó por una especie de estanque donde un grupo de simpáticas cebras bebían y jugueteaban con el agua. Sin duda, ellas fueron las más extravagantes en sus opiniones sobre el zenzontle, porque tenían opiniones mucho muy distintas. En tanto algunas opinaban que su canto era celestial, otra dijo que le parecía que ese pájaro estaba ligeramente desentonado y a veces desafinaba. Nadie creyó esto último, pero respetaron la opinión de la cebra que lo dijo.<br />
<br />
-“Las opiniones son así, no cambian la verdad, sólo muestran los gustos de quien las externa. Y hay que respetar las distintas opiniones, porque son los gustos de la gente.” Solía repetir a todas horas una osa polar. Todos recordaron esas palabras en aquellos momentos y se despidieron alegremente de las cebras. Por cierto, un par de cebras, se unieron a la búsqueda del zenzontle.<br />
<br />
¡Cuál no sería su sorpresa cuando de repente, al llegar frente al magnífico aviario, escucharon un hermoso trino e inmediatamente después vieron al zenzontle parado en una barda, justo frente a ellos! Ahí estaba el zenzontle, viendo al resto de los animales que sonreían al verlo y le aplaudían. El pájaro estaba muy contento de tan cálido recibimiento por parte de los habitantes del Zoológico de Chapultepec.<br />
<br />
Al principio todos comenzaron a hablar al mismo tiempo, hasta que el señor león sugirió un poco de orden para conversar con el ilustre visitante. La osa panda fue la encargada de darle unas palabras de bienvenida, después lo hicieron doña Hipo y el señor gorila. Inmediatamente después, el jaguar no pudo contener la curiosidad y le preguntó de forma directa:<br />
<br />
-“Señor zenzontle, ¿es verdad que puede usted entonar más de 400 cantos distintos?<br />
<br />
-¿Y a qué cree que se deba que su canto nos tranquiliza a los animales y a las personas?<br />
<br />
Antes de permitirle contestar, la jirafa más alta, también lo interrogó: <br />
<br />
-“¿Y es cierto que su canto va a traer la paz al mundo?"<br />
<br />
Por toda respuesta, el zenzontle empezó a cantar y a cantar y a cantar. El concierto se extendió durante casi una hora, hasta la puesta del sol. Fue algo divino. Cuenta la historia que después que el zenzontle terminó de cantar, sucedió algo mágico: Por la noche se hizo un gran silencio, y al otro día, Iniciaron las treguas, los tratados y las firmas de paz -por todas partes- alrededor de la tierra.<br />
<br />
La leyenda maya del canto del zenzontle era verdadera.<br />
<br />
Y para que se cumpliera, debió ser relatada por un simpático mono que hubiera aprendido a contar cuentos y a silbar.<br />
<br />
ZOOLÓGICO DE CHAPULTEPEC<br />
UN POCO DE HISTORIA<br />
<br />
El Zoológico de Chapultepec existía en la Ciudad de México, desde antes de la llegada de los españoles.<br />
<br />
Chapultepec, era considerada una montaña sagrada entre los aztecas; su nombre significa “Cerro de grillos” en náhuatl. El náhuatl era el idioma de los aztecas; y hasta nuestros días, lo hablan muchos mexicanos.<br />
<br />
Por lo general, el símbolo de Chapultepec se representa por medio de esculturas con la figura de un grillo o chapulín arriba de un cerro, rodeado de agua.<br />
<br />
Volviendo a la historia… a Hernán Cortés y sus hombres les sorprendió encontrarse con una mezcla de Zoológico-Jardín Botánico en Chapultepec, en donde se encontraban unos magníficos jardines habitados por una gran variedad de especies; que reunía toda clase de fl ores, hierbas aromáticas y yerbas medicinales. Además de una colección de diferentes animales confinados en unas jaulas bien construidas que retenían a coyotes y zorros, entre otros animales, los cuales eran cuidados por docenas de personas, de la corte del emperador azteca.<br />
<br />
Sin embargo, lo que más llamó la atención de los españoles fue el gran Aviario de Moctezuma, el cual exhibía aves tan hermosas como los quetzales, las guacamayas, los flamencos rosados, las garzas y pavos, entre muchas otras aves coloridas. El Zoológico de Chapultepec existía en la Ciudad de México, desde antes de la llegada de los españoles.<br />
<br />
Chapultepec, era considerada una montaña sagrada entre los aztecas; su nombre significa “Cerro de grillos” en náhuatl. El náhuatl era el idioma de los aztecas; y hasta nuestros días, lo hablan muchos mexicanos.<br />
<br />
Por lo general, el símbolo de Chapultepec se representa por medio de esculturas con la figura de un grillo o chapulín arriba de un cerro, rodeado de agua. Volviendo a la historia… a Hernán Cortés y sus hombres les sorprendió encontrarse con una mezcla de Zoológico-Jardín Botánico en Chapultepec, en donde se encontraban unos magníficos jardines habitados por una gran variedad de especies; que reunía toda clase de flores, hierbas aromáticas y yerbas medicinales. Además de una colección de diferentes animales confinados en unas jaulas bien construidas que retenían a coyotes y zorros, entre otros animales, los cuales eran cuidados por docenas de personas, de la corte del emperador azteca.<br />
<br />
Sin embargo, lo que más llamó la atención de los españoles fue el gran Aviario de Moctezuma, el cual exhibía aves tan hermosas como los quetzales, las guacamayas, los flamencos rosados, las garzas y pavos, entre muchas otras aves coloridas.<br />
<br />
Para finalizar este cuento, hay un par de animales muy importantes no sólo para el Zoológico de Chapultepec, sino para todo México, se trata de los que aparecen en su bandera y escudo nacional: Un águila y una serpiente.<br />
<br />
El águila está parada sobre un cactus de nopal y tiene sometida a una serpiente, a la cual está devorando.<br />
<br />
Si lo piensas un poco, es un símbolo que representa el triunfo de la voluntad frente a cualquier circunstancia.<br />
<br />
Para los aztecas, la serpiente también representaba “el agua terrestre” que fertilizaba la vida y permitía que todo se renovara, siguiendo los ciclos de la naturaleza.<br />
<br />
MARIPOSARIO DEL EMPERADOR NEZAHUALCÓYOTL<br />
<br />
Ah, no olvides que en el Zoológico de Chapultepec hay un lindo “mariposario”,<br />
<br />
Ahí puedes admirar la mágica transformación de las mariposas: <br />
Una metamorfosis en la que pasan de ser una crisálida –una especie de gusanito- hasta convertirse en hermosos seres alados y coloridos, que vuelan entre las flores.<br />
<br />
Recuerda que cuando vayas, puedes ayudar a liberar una mariposa, y al momento de hacerlo, puedes pedir un deseo -que con un poco de suerte y voluntad- muy probablemente se cumplirá. ¡Suerte! <br />
<br />
<strong>FIN</strong>Verenice Naranjohttp://www.blogger.com/profile/09979222968324790848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3753080222560201681.post-10890234789817831952013-01-22T13:50:00.002-08:002013-01-22T13:50:21.861-08:00(PLNAF) / Puentes Lumínicos Neuronales de Alta FrecuenciaComparto este cuento que forma parte de un libro de cuentos, por
supuesto.<br /><br /><br />(A Verónica Barale y al maestro J.L. Borges, ambos in
memoriam)<br />gracias al prodigio de la voz de Sinead
O'Connor.<br /><br /><strong>(PLNAF) / Puentes Lumínicos Neuronales de Alta
Frecuencia<br />LAS VOZ DE LOS ESPEJOS <br />(CUANDO LAS SIRENAS
VUELAN)</strong><br /><br />Por Verenice Naranjo García<br /><br />La primera vez que el
profesor Wilham creyó intuir que dentro de los espejos había algo más que el
material del que habían sido fabricados, fue un verano en París. Había tenido
que viajar desde Nueva York para participar –durante cinco días, del sábado 18
al miércoles 22 de junio- en una serie de conferencias en el Instituto Pasteur.
Aún cuando sus investigaciones se concentraban en la física cuántica, en esta
ocasión, el doctor Wilham colaboraba en una investigación sobre ciertos virus y
bacterias que poseían características mutantes que no alcanzaban a comprender ni
los patólogos, ni los especialistas en bioquímica, de este que era uno de los
principales laboratorios en la experimentación médica y observación
micro/nano-molecular, en todo el mundo. Especializado en el estudio de la
enfermedades infecciosas, como es sabido.<br /><br />El nombre del instituto -como
es fácil deducir- rinde tributo al creador del suero antirrábico, Louis Pasteur,
y se ubica en el 28 de la Rue Doct Roux. <br />El organismo tiene subsedes en
otros países como Bélgica, Marruecos, Corea y Uruguay. También mantiene
programas de investigación e intercambio con 32 naciones. La matriz del
Instituto -en París- tiene una muy buena localización. Hay múltiples maneras de
llegar. El aeropuerto de Orly está a unos 18 km y el de Charles de Gaulle a unos
35 km.<br /><br />El reloj marcaba las 12:44 hrs. Apenas unos minutos atrás, el
profesor Wilham había sorteado los trámites de la aduana francesa y ahora estaba
instalado en un taxi rumbo al hotel ‘Aberotel Montparnasse’, ubicado en el No.
24 de la Rue Blomet. El taxista le preguntó cuánto tiempo más permanecería,
porque en tres días –el 21 de junio- se realizaría por toda la ciudad el
Festival de la Música que celebraba la entrada del solsticio de verano con una
serie de eventos musicales. A lo largo y ancho de sus plazas, parques, puentes y
avenidas, se reunían grupos de todos los géneros musicales imaginables. Por
doquiera, se convocaban multitudes en un auténtico espectáculo callejero que
lograba atraer a miles de turistas de todo el mundo.<br />El taxista me confesó
que a su juicio era una de las pocas ocasiones –quizás la única- en que el
parisino estaba dispuesto a compartir del todo con sus visitantes extranjeros.
<br />La camaradería que lograba la música, se extendía a la gastronomía y tanto
los anfitriones como los visitantes acostumbran disfrutar del típico almuerzo al
aire libre y la fiesta de la música. Casi, casi bastaba acercarse y exhibir un
acento extranjero para ser convidado a unirse a cualquier ‘picnic’, increíble
pero cierto… el significado era maravilloso. Por cierto, me dijo que siempre era
un buen detalle traer un par de botellas de la bebida típica del país de donde
se provenía para compartir con los anfitriones. Le hice saber que sí estaría
para el 21 de junio pero que no había traído ninguna bebida para brindar, sin
embargo podría solucionar mi falta comprando un par de botellas de whisky en una
licorería.<br />Al escucharme decir esto, sonrió y buscó mi mirada por el espejo
retrovisor; luego, hizo un gesto con el pulgar hacia arriba y con una gran
sonrisa me mostró su aprobación, al decir:<br /><br />-¡Súper, súper! ok.<br /><br />Una
vez en el hotel, después de registrarme y tener que mostrar dos veces mi
pasaporte, subí a mi habitación, para dejar el equipaje y prepararme para ir al
Instituto Pasteur. Aquel mismo día, habían comenzado una serie de encuentros
sobre nano tecnología aplicada a la salud, desde las diez de la mañana. Consulté
el reloj (siempre cambiaba la hora desde el avión, para evitar confusiones) vi
que faltaban cuatro minutos para la una de la tarde. Lo primero en lo que pensé
fue en comer algo e ir a la conferencia marcada para dar inicio a las 14:30 hrs.
Tenía mucho interés en escuchar al doctor Pavel Alfitrovich Rutembato, un
investigador ruso- polaco, criado en Turquía y nacionalizado alemán, reconocido
por ser uno de los mayores científicos contemporáneos.<br />Bajé, dejé la tarjeta
de la habitación y salí del hotel con la intención de buscar un restaurante
donde comer algo. En el avión (había viajado en primera clase y ahora les
platicaré porqué) habían ofrecido un menú gourmet estilo ‘Panamericano’ con
pequeños platillos clásicos de varios países: Probé una tostada de pato con mole
(México); una especie de tapa de arrachera (Argentina); una mini cazuelita con
muqueca de camarón en leche de coco (Brasil) y una especie de pequeña pita
rellena de langosta con mantequilla, al estilo de Nueva Inglaterra (Estados
Unidos). De guarnición me llevaron unos trozos de yuca a la dominicana y papas
peruanas a la huancaína. De postre tuve una jericaya de cajeta (un flan cremoso
de Jalisco) y una bola de nieve de leche quemada con nueces y pistaches
troceados (estilo Oaxaca) ambos postres mexicanos. Todo fue de una gran calidad
y en versiones muy pequeñas, realmente ‘petit’. Lo cual estuvo bien porque
permitió probar diferentes sabores sin hacerme sentir más satisfecho de lo
necesario.<br /><br />No me quejo para nada, sólo comento que tengo hambre y
quisiera buscar un lugar donde comer algo antes de llegar al Instituto.<br />El
viaje a París había sido un poco más complicado de lo usual, porque al parecer
implementaron más detalles a las ya de por sí estrictas normas de seguridad para
embarcar en el aeropuerto John F. Kennedy, en Nueva York. Un detalle que hacía
dibujar una sonrisa en los labios del profesor, era la reacción de los agentes
de las aduanas en todo el mundo y en especial, en Estados Unidos, Inglaterra y
Alemania. Por curiosas cuestiones de la psicología o el adiestramiento
policíaco, carecían de un criterio determinado para actuar, cada vez que el
profesor respondía a la pregunta: ¿Cuál es su profesión? con la amable
contestación de: “Investigador científico”. <br />A veces, lo hacían pasar en
automático como si hubiera dicho una clave correcta. Otras ocasiones –como la de
hoy- parecía que había confesado: “Soy potencialmente peligroso porque pienso
mucho…” o algo así, porque le habían pedido que se quitara el cinturón y los
zapatos. Por fortuna, no llevaba ninguna cepa de bacteria con él, si no lo
hubieran acusado de ser portador de un arma química, pensó para sí mismo, para
hacer más ligero el momento mientras le examinaban las plantas de los pies –en
calcetines- con una especie de detector de metales.<br /><br />Después de la
exhaustiva revisión, fue a comprar un café y un libro, eligió uno de ciencia
ficción titulado “Puentes Lumínicos Neuronales de Alta Frecuencia”, que según la
contra portada había tenido una excelente recepción por parte de la comunidad
científica. La sinopsis, apuntaba sobre la novela:<br /><br />“Todas las
investigaciones apuntan a que se trata del descubrimiento de una cierta clase de
energía virtual cósmica, de enorme potencial científico, cuya principal virtud
consiste en permitir establecer eslabones y Puentes Lumínicos Neuronales de Alta
Frecuencia, entre personas, sin importar la distancia. Los ‘puentes lumínicos
creados’ tendrían el poder de decodificar patrones de DNA tetra-dimensionales,
capaces de atravesar un sin número de dimensiones virtuales, nunca antes
imaginadas”. <br />Tras pagar el libro y un par de revistas, buscó un lugar cerca
de su puerta de embarque y se puso a leer un poco. <br /><br />No pasó nada especial
hasta un instante antes de abordar el avión. Fue en ese momento, cuando llegó
corriendo un chico con la voz entrecortada por la agitación, acompañado de un
guardia –de esos contratados por la misma línea aérea- el chico comenzaba a
sudar por la frente, cuando le entregó al profesor un sobre mediano –que tuvo
que abrir frente al guardia- y que contenía dentro una especie de diario o
bitácora. El profesor se la mostró al guardia y hojeó la hermosa libreta con
tapas de cuero. Observó que estaba llena de letras manuscritas y dibujos en el
interior, parecían haber sido trazados por un arquitecto o diseñador; con una
caligrafía muy hermosa.<br /><br />El profesor y el policía miraron al chico que
hasta ese momento no parecía entender que hacía falta una pieza en ese
rompecabezas. El muchacho rubio lo comprendió, se sonrojó y sacó un papel
arrugado de uno de los bolsillos traseros de sus jeans y extendió el papel al
profesor, junto con un sobre. Pobre chico, se veía muy nervioso, quién sabe qué
tanto habría hecho para que le permitieran el paso, pero lo había conseguido. En
ese instante dijo:<br /><br />- El profesor Andreopoulos, me pidió que hiciera todo
lo posible para entregarle esto antes de que se embarcara a París, me dijo que
por favor se lo entregara usted al doctor Pasteur.<br /><br />-¿A quién? Atinó a
preguntar un poco desconcertado el profesor Wilham. <br /><br />Y cuando el joven
repitió el apellido del doctor Pasteur, el académico se tranquilizó pensando que
seguramente se trataba de un error del chico y era para algún doctor del
instituto Pasteur, que era un mar de diferente.<br />Apenas le dio tiempo de
agradecerles haberle llevado el mensaje y el sobre con la libreta, porque en
esos momentos se escuchó por micrófono a la azafata de la compañía aérea
llamando a los pasajeros de primera clase. Y esta ocasión, gracias a los puntos
de esos programas de millas de viajeros frecuentes, había intercambiado su
estatus de viaje; de turista a primera clase y tenía preferencia para ser de los
primeros en abordar, así que se despidió del muchacho y del
policía.<br /><br />-Gracias. Dile al profesor Andreopoulos, que la entregaré. Dijo
mientras alzaba la pequeña libreta con la mano derecha y con la izquierda
acomodaba en su hombro la correa de la mochila donde estaba su
laptop.<br /><br />Durante el vuelo, el profesor que era un apasionado del cine,
tuvo una buena oferta de películas clásicas y una selección de las más
recientes, entre las cuales elegir. Optó por una cinta de 1997 titulada
‘Contacto’, protagonizada por Jodie Foster y dirigida por Robert Zemeckis.
Basada en la novela de ciencia ficción de Carl Sagan. <br /><br /><br />Eso había sido
unas horas antes, durante el vuelo. Ahora el profesor había salido del hotel y
buscaba donde almorzar antes de llegar al instituto. Dio unos pasos por la calle
para ver algún bistró que llamara su atención, ese era su método, descubrir algo
que le agradara; o bien, seguir las recomendaciones boca a boca y algunas
sugerencias de las guías de viaje, claro está. Recordó los lugares que le
gustaban por esa área de París y en seguida vino a su mente, el restaurante ‘Le
Ferrandaise’ ubicado en el No. 8 de la Rue Vaugirard, muy cerca de ahí,
cualquier taxista conocía el lugar. Más tardó en subir al taxi, que en llegar a
su destino.<br /><br />Una vez en la mesa, comenzó a ver las especialidades que
ofrecía la casa para ese día, y sus ojos comenzaron a recorrer las propuestas
gastronómicas.<br />-“Fue un viaje interesante…” pensó el profesor Edward,
mientras veía los platillos del menú. Había viajado en primera clase; y probado
ese festival de sabores; luego vio ‘Contacto’ y había comenzado a hojear esa
hermosa bitácora con apuntes de varias ciudades del mundo, con énfasis especial
en París y sus puentes. (Por cierto, no recordaba con claridad al tal profesor
Andreopoulos) Bueno, ya habría tiempo para pensar en ello, al regresar del
Instituto. Ahora lo importante era ser tentado por un platillo.<br /><br />Eligió el
menú que incluía una entrada, un plato y un postre. De entrada pidió una terrina
de conejo que venía con una guarnición de espárragos. El plato fuerte fue una
carne de cordero con salsa de morillas y de postre un brownie de chocolate
blanco. En cuanto terminó de comer, pidió la cuenta y al llegar el mesero, no se
detuvo a ver el monto, sólo le entregó su tarjeta; se levantó y se dirigió al
baño. Ni siquiera valía la pena revisar el costo, había optado por uno de esos
menús de precio único, este incluía todo por 32 euros, más bebidas y propinas,
claro está.<br /><br />Unos minutos después, el profesor Edward Wilham estaba afuera
del restaurante aguardando un taxi, en seguida apareció uno, lo abordó y le
pidió al chofer que lo llevara al Instituto Pasteur. Al taxista le tomó apenas
unos cuantos minutos alcanzar su objetivo. Como siempre sucede –durante el
primer día de viaje, por el cambio de moneda- el profesor dejó un poco más de
propina que la usual, para ese trayecto. Cuando arribó al instituto, eran las
14:14 hrs. En cuanto entró al centro de investigaciones, lo reconocieron algunos
colegas y lo saludaron, entre ellos los doctores Arthur Rabji y Fernando Ortiz,
quienes habían sido colegas suyos en un instituto de investigaciones en Los
Angeles, unos diez años atrás. Arthur Rabji era inglés de origen indú y Fernando
Ortiz americano de origen mexicano.<br /><br />El profesor Edward Wilham tenía 42
años, aunque aparentaba 35 o 36 años a los sumo; físicamente lucía muy bien,
aunque un poco cansado porque estaba saliendo de un divorcio después de un
difícil matrimonio que había durado apenas cinco años. Había tenido que dejar el
departamento donde vivía con su esposa y su hija de tres años. El cambio había
sido más desgastante que otra cosa, pues había optado por un agradable loft a
siete calles de su antiguo hogar; elegido ahí, para estar cerca de su hija.
Vivía en Prospect Park y antes había sido vecino de Park Slope, ambos eran
barrios vecinos al Jardín Botánico de Brooklyn. <br /><br />Hacía seis años que
trabajaba en un programa multidisciplinario de neurociencias en la Universidad
de Columbia. Y estaba en París, precisamente como representante del equipo de
nanotecnología aplicada a las neurociencias de dicha Universidad. Ah, también
era socio-propietario (junto a dos amigos más) de un pequeño y agradable bistró
en Manhattan -servían comida internacional con acento mediterráneo- ubicado en
la calle de Prince, en pleno Soho. Por cierto, ofrecían jazz los jueves y los
sábados, a partir de las 20:30 hrs. Tenían apenas cuatro años con el lugarcito y
marchaba bien, después de las muchas estrategias de sus socios Roberto y
Wellington; un chef mexicano y un diseñador australiano, a quienes había
conocido gracias a Sara, su ex -pareja. <br /><br />Volviendo al Instituto Pasteur,
cuando sus colegas advirtieron que llegaba el profesor Wilham, los doctores
Rabji y Ortiz, pararon para saludarlo.<br /><br />-¿Qué tal estuvo el viaje?
Preguntó el doctor Ortiz.<br /><br />Wilham sonrió y dijo:<br /><br />-Ustedes dirán…
antes de abordar el avión hicieron que me quitara hasta el cinturón y los
zapatos… -contestó con un simpático gesto.<br /><br />Los tres se echaron a reír y
caminaron rumbo al aula donde se llevaría a cabo la presentación principal a esa
hora (había otros encuentros simultáneos, según el programa).<br /><br />La
conferencia con el doctor Pavel Alfitrovich Rutembato comenzó a las 15:00 hrs y
resultó extraordinaria –como se esperaba- porque planteó el principio de una
probable teoría cuya secuencia de enlaces y esquemas –formados por distintos
prismas de cristales- estaría muy próxima a explicar la manera como se ensamblan
las nanopartículas, dando origen a las figuras que forman toda la materia.
Parecía simple pero era complicado. La charla había durado casi una hora y media
y la sesión de preguntas tuvo que ser limitada porque sobrepasó los 40 minutos.
Al parecer, nadie quería perder la oportunidad de preguntarle algo al doctor
Alfitrovich. Después de esta soberbia exposición, Wilham asistió a la ponencia
de un equipo de médico y físicos de Australia, Portugal y Corea, que habían
desarrollado un modelo multidimensional para tratar de comprender las causas y
procesos de las enfermedades infecciosas a nivel psicosomático.<br />En este
sentido, lo que más interesante le había parecido fue la similitud de una
frecuencia o ‘puente lumínico’ que uniría la nano-partículas, como si la
luminosidad fuera la argamasa para unir los prismas de cristas de las
nano-partículas.<br /><br />Por fortuna, aunque el profesor Wilham era apasionado de
sus investigaciones, no solía ser monotemático… ni pesado, ni creía saber la
verdad del mundo. Más bien poseía una enorme virtud, tenía la facilidad de
charlar sobre temas que interesaban a todos y era bastante sociable. Sin duda,
eso influyó para que después de terminadas las conferencias, durante ese brindis
que suele ofrecerse al final de las presentaciones, recibiera al menos tres
invitaciones para reunirse con grupos de colegas. Y aunque Edward se sentía
agotado para salir, sabía que si iba a una cena en especial, era muy probable
que pudiera charlar con Alfitrovich, cosa que en estos momentos era muy difícil
porque no sólo hablaba con científicos e investigadores; también estaba rodeado
de varios periodistas que lo interrogaban. Wilham consultó su reloj y vio que
marcaba las ocho y diez de la noche, recién había visto la hora cuando escuchó
atrás de él:<br /><br />-Edward Wilham, ¿quieres que pasemos por ti o llegas por tu
parte? –preguntó cordialmente Arthur Rabji. Wilham le contestó que prefería
llegar por su cuenta, para pasar por el hotel y descansar diez minutos antes de
reunirse con ellos en Saint Germain dés Prés. El encuentro sería en el
departamento de uno de los investigadores más importantes del país anfitrión y
estaba marcado para las 21:00 hrs.<br /><br />El profesor Wilham estaba hospedado en
el ‘Aberotel Montparnasse’, en el 24 de la Rue Blomet. El hotel estaba a unos
cinco o siete minutos caminando desde el Instituto, a varios investigadores les
agradaba el servicio y el estilo de ese hotel; ese era su caso. El ambiente del
lugar mantenía una agradable atmósfera oriental, con cierto acento en una
decoración de simbología budista, con esas grandes cabezas de Buda. También
estaba representada la fuerte tradición babilónica de la suerte; en ese origen
que se pierde en el tiempo y la geografía entre Persia, Mesopotamia, Egipto,
China, la India y la judería de Praga… me refiero a esa extraña fascinación que
despierta la suerte de la baraja, y en especial el tarot. Y es que en el lobby,
cerca de una cabeza de buda, estaban colgando un par de cuadros de aprox. 2 X2
metros, cada uno. Y en cada lienzo, estaba pintada una gran carta estilo naipe
donde aparecía una reina de tréboles en una y, una reina de corazones en la
otra. Las tonalidades de las obras, tenían un resplandor que evocaba de
inmediato una escena iluminada a la luz de las velas.<br />Y en el lobby, era como
si hubiera un triple juego de luces; el fulgor de las luces de las velas que
parecían salir de los cuadros, además de las luces de las lámparas y candiles
del hotel, propiamente. Y la suma de ambas imágenes, reflejada en los espejos.
Esos grandes cuadros semejantes a unos enormes naipes, permitían echar a volar
la imaginación de inmediato, para intentar visualizar en la mente cómo sería una
baraja completa en ese tamaño; pintada con esa sutil y luminosa
paleta.<br /><br />Eran las ocho y media de la noche cuando Wilham regresó al hotel,
dio las buenas noches y se detuvo un instante a ver el par de cuadros de las
reinas de los naipes que estaban en la salita del lobby. Acto seguido, preguntó
si tenía algún mensaje y le entregaron dos recados en un par de papeletas del
hotel. Ambos eran mensajes de cortesía de bienvenida del Instituto Pasteur.
Luego subió a su habitación; una vez dentro, lo primero que hizo fue quitarse el
saco y los zapatos y sonreír al recordar la escena del aeropuerto, revisando sus
pies enfundados en calcetines.<br /><br />Hasta ese momento, recordó que había
apagado el celular al iniciar la conferencia del doctor Pavel Alfitrovich; lo
sacó del bolsillo interior de su chaqueta, lo encendió y lo dejó en una mesita
que estaba frente al espejo.<br /><br />Por fin, había terminado la primera jornada
de conferencias. En realidad no habían sido largas ni pesadas las
presentaciones, al contrario habían sido muy dinámicas; el cansancio se debía en
gran parte al viaje y las esperas en los aeropuertos.<br /><br /><br />Decidió estirar
su cuerpo y recostarse un par de minutos antes de prepararse para salir. No
había pasado ni un minuto con el teléfono encendido cuando entró la primera
llamada. Era Roberto -uno de sus socios- que le pedía que le llevara un par de
quesos de oveja de Marie-Anne Cantin y un par de terrinas, no para el
restaurante sino para él. Wilham anotó los nombres de los quesos y le dijo que
investigaría si podía llevarlo, porque le parecía que las terrinas envasadas en
frasco de vidrio sí, pero consideraba que no era permitido transportar el queso
de oveja. O tal vez envasado al vacío, no sabía. Tenía que preguntar con las
nuevas disposiciones internacionales que habían cambiado al mundo desde el 11 de
septiembre del 2001. En fin.<br /><br />Tener el restaurante y convivir de vez en
cuando, lo mismo con los clientes, que con los cocineros y los músicos que
tocaban jazz en el negocio, impedía que Edward se alejara de la parte humana que
a veces parece perderse entre los mejores científicos e investigadores y
artistas. Sin embargo, el mayor cambio en su vida lo había operado su pequeña
hija, en tal magnitud que ni el mismo Wilham tenía conciencia. Honestamente,
ahora no le importaba, ni soñaba con el Premio Nobel de Física, lo que más
esperaba eran los jueves y domingos que salía a pasear un rato con ella; le
parecía que desde el nacimiento de su hija todos los conceptos científicos los
tenía más claros. Y el sentido de la existencia había salido del ámbito de lo
abstracto de las teorías y se había instalado en su vida: de carne y hueso.
Haciendo que todo cobrara una nueva razón verdadera. Tal cual.<br /><br />Cuando
aprendió a reconocer esa emoción que no dejaba de crecer en su interior, sintió
una profunda pena por su padre que en su vida, jamás había conocido ese
acercamiento de proximidad –casi femenino- hacia sus hijos. Mucho más, ahora que
comprendía que la cercanía filial era la mayor que podía experimentar un ser
humano, después de enamorarse. Con la diferencia de que la emoción filial no
conocía final. Y no es que fuera romántico, como buen científico era bastante
cerebral y pragmático; pero últimamente se había vuelto profundamente
humano.<br /><br />Tras colgar el teléfono a su socio se estiró en la cama y
programó 8 minutos en su reloj de pulsera y en su celular, para no perder la
hora.<br />En seguida se quedó profundamente dormido y tuvo un sueño
caleidoscópico donde se mezclaban escenas de su reciente viaje en avión, con
imágenes de él mismo caminando con su hija por el Central Park, cerca del
edificio Dakota, pasando a un lado del círculo en homenaje a Lennon donde se
leía: ‘Imagine’, cerca de un restaurante de especialidades italianas donde solía
comer una que otra vez. Luego se miró a sí mismo en París, atravesando el
majestuoso puente de Alejandro III -en el sueño- donde se quedó observando un
rato los magníficos pegasos dorados. Y luego, siguió hasta entrar al Palacio de
las Bellas Artes (Palais de Champs-Elysées)<br /><br />Recordaba haber subido una
escalera de cristal en forma de caracol que por momentos parecía agotadora y por
momentos era tan leve que parecía una alfombra mágica que se deslizaba sola,
como si fuera la mejor escalera eléctrica. Tras abandonar la escalera de
cristal, se había encontrado de repente mirando hacia un gran espacio interior,
tardó un poco en darse cuenta que era el interior del Palacio de Bellas Artes de
México. Comenzó a bajar las escaleras del palacio y al salir a la explanada, vio
un gran resplandor… alzó los ojos y se encontró de nuevo con otros pegasos, pero
en esta ocasión eran transparentes, como si hubieran sido tallados de unas
gigantescas rocas de diamante. Y los pegasos, de la explanada de Bellas Artes
del Centro Histórico iluminaban cientos de metros a la redonda, con el brillo de
sus prismas en los que rebotaba y se multiplicaba cualquier mínimo rayo de luz,
por la Av. Juárez, La Alameda y el Eje Central. Vio alrededor y advirtió que
había un río de gente que se dirigía animadamente hacia el Eje Central para
adentrarse por la calle peatonal de Madero (Pasaje Bellas Artes- Zócalo).
<br /><br />Para esos momentos, había reconocido perfectamente que se trataba del
Centro Histórico de la Ciudad de México, en donde había estado de vacaciones un
fin de semana, hacía cuatro o cinco meses atrás. En el sueño, tuvo la impresión
de que cruzaba el Eje Central y caminaba poco a poco por las calles y entre las
personas por el corredor de Madero hasta la calle de Motolinia, donde daba
vuelta a la derecha –en la callecita donde está la famosa hamburguesería- y en
medio de ese callejón, entraba al edificio marcado con el No. 27.<br /><br />Ahí
subía una escalera de caracol de mármol rosa y negro (esa hermosa combinación
mexicana para interiores) y al llegar a la azotea, descubría un lindo jardín.
Había un par de sillas de mimbre para sentarse. Abundaban los malvones, las
bugambilias, las amapolas y las rosas; era un hermoso y muy bien cuidado jardín
de azotea. En un momento, se acercó con prudente distancia a la cornisa del
edificio, se asomó un poco y alcanzó a percibir la algarabía del río de personas
que pasaban por el pasaje de Madero. Apenas lo vio y llamó su atención un gran
espejo que estaba al final del jardín y se acercó a él. El espejo parecía tener
el tamaño de los cuadros -en forma de naipes- del lobby del hotel, aprox. dos
metros por dos metros.<br /><br />Conforme se aproximaba al espejo, comenzó a
percibir que reflejaba la realidad, pero no a la manera como siempre lo hace,
sino que tenía la apariencia de ser un reflejo de agua, o sea… reflejaba la
imagen pero aparecía con esas ondas que produce el agua, como si fuera el
reflejo de un lago y no de un espejo. Al ver las ondas, el profesor Wilham se
sintió atraído por el espejo y lo tocó, de inmediato, como si hubiera metido su
mano dentro de una fuente con un chorro de agua a presión … el espejo lo salpicó
de agua, mojando su rostro, su mano y la manga de su camisa azul claro.
<br /><br />Estaba con el agua escurriendo, en sus sueños… cuando en ese preciso
instante y al mismo tiempo, se escucharon las alarmas de su reloj y su celular.
Y en una escena de humor involuntario, a la par que extendía su mano para apagar
la alarma del celular, tiro el vaso de agua del buró… quedando su mano y la
camisa escurriendo de agua… igual que en sus sueños… un instante antes de que lo
despertaran las alarmas. Fue por una toalla de manos al baño y secó un poco el
agua del buró. En seguida, se quitó la camisa, abrió la maleta y saco una camisa
gris pálido y se la cambió. Antes de abotonarla, se mojó la cara, se peinó y
pasó desodorante por sus axilas. Por encima de la camisa, se puso el mismo saco
que llevaba por la tarde y se preparó para salir.<br /><br />Unos minutos más tarde,
estaba en un taxi camino a la casa del doctor Milraux ubicada en el 172 del
Boulevard Saint Germain des Prés. Era la primera persona que conocía que vivía
en el célebre edificio del famoso ‘Café de Flore’, saber que se dirigía ahí; no
al restaurante, sino al edificio, le hizo sentirse repentinamente como si
formara parte del elenco de una película que estaba por rodarse en unos momentos
más. Y pensó que quizás esa sensación se transparentaba porque el chofer le
preguntó de forma cordial:<br /><br />-¿Va al restaurante o a visitar a una persona
al edificio? Estamos cerca, pero hay un poco de tránsito…<br /><br />-Voy a una
reunión con unos colegas, a uno de los departamentos.<br /><br />Después le contó
una rara historia, al principio no sabía si el chofer lo estaba bromeando, pero
al parecer no. Y tampoco parecía haber bebido. <br />El taxista era un hermoso
chico que parecía más un modelo de una casa de modas que el chofer de un taxi.
Al llegar a un semáforo en rojo aprovechó para voltear por el retrovisor y
decirle:<br />-No se lo he contado a nadie, pero una ocasión… hace casi dos años
atrás… casi en el mismo lugar donde usted abordó hoy… subió al taxi un hombre
que era idéntico al pintor surrealista Salvador Dalí, ¿lo conoce, cierto? Y
también me pidió que lo llevara al ‘Café de Flore’. <br /><br />Y agregó:<br />-Nunca
se lo había contado a nadie, sin embargo hoy que subió al taxi, tuve la misma
sensación de aquel día. Un ‘Deja-Vú’.<br /><br />El profesor Wilham no supo qué
decir, iba a balbucear algo cuando vio en el asiento que estaba junto al chico,
un par de libretas con una caligrafía muy parecida a la de la bitácora que le
había llevado el chico al aeropuerto. Casi llegaban al ‘Café de Flore’ cuando el
joven advirtió su interés en las libretas y le pasó una al tiempo que
comentó:<br /><br />-Soy arquitecto, estoy a punto de terminar la carrera… el taxi
me ayuda a ganar un poco de dinero y sobre todo, me permite estar en contacto
con la arquitectura de la ciudad; observar, tomar notas, hacer trazos… de las
plazas, los palacios, los puentes. <br />Y agregó:<br /><br />-Termino el próximo año
y deseo hacer una especialidad en paisaje urbano, es el plan.<br /><br />El profesor
Edward Wilham pareció escuchar las últimas palabras como a través un conducto
acústico estereofónico o como si hubiera estado en otro canal, tal fue la
sorpresa que lo invadió al abrir la libreta y ver una bitácora casi igual a la
que tenía en el hotel.<br />El chico miró a Wilham quien mal pudo disimular su
asombro y se quedó observando unos instantes el interior de la libreta. Después
de unos momentos, el chico tosió un poco esperando tener de vuelta su bitácora y
recibir el pago del servicio, porque ya habían llegado, hacía unos instantes.
<br />El profesor sabía que preguntaría algo obvio pero tenía que
hacerlo:<br /><br />-¿Dices que es tuya?<br /><br />Por toda respuesta el chico sonrió,
tomó su libreta, la hojeó y buscó un hermoso dibujo de una vista lateral del
Point des Arts y se lo mostró.<br />En el dibujo, el puente aparecía sólo por la
mitad y se leía la frase: <br />“Somos mitades de puentes, la respuesta es la otra
mitad; hay puentes que lo atraviesan todo.”<br />Estaba leyendo la frase, cuando
escuchó decir al joven estudiante de arquitectura, acerca el dibujo que tenía en
las manos:<br /><br />-Ese dibujo –del Point des Arts- lo hice esta tarde, hace unas
horas atrás.<br /><br />No había más qué decir. Wilham se disculpó por entretenerse
con su bitácora, se la devolvió y el chico bromeó comentando que no había
problema, que de cualquier forma, tendría que pagar por todo el tiempo que había
permanecido en el taxi…<br /><br />Wilham sonrió y estuvo de acuerdo. Pagó y bajó
del auto.<br /><br />Descendió a unos cuantos pasos del ‘Café de Flore’, se sentía
un poco desconcertado. Decidió beber un café antes de subir a la reunión a casa
del doctor Milraux. Sólo encontró lugar dentro porque las mesas del exterior
estaban ocupadas. <br />Vio una mesita a la mitad del salón y dejó su saco en el
respaldo de la silla. Fue al baño a lavarse las manos y al regresar al salón,
por unos momentos, vio su reflejo por doquiera en la gran cantidad de espejos en
torno. Luego, se sentó y pidió un express cortado. <br /><br />Cuando el mesero se
fue con su charola a la altura del hombro, el profesor Wilham siguió su reflejo…
hasta quela imagen del mesero en el espejo pareció comenzar a moverse y
distorsionarse ligeramente, como si el espejo fuera el reflejo en las ondas de
un río o un lago, igual que en sus sueños, hacía unos momentos atrás. Vio los
espejos alrededor y observó que reflejaban con gran precisión, el mobiliario en
caoba y los gabinetes rojos ‘Art Decó’ del lugar, cuando comenzaron a aparecer
ondas de colores en los espejos, en una lluvia de matices multicolores que
parecían escenas reflejadas en un lago, con una increíble belleza estética y
poética, recordaba una escena salida de un cuadro de Auguste Renoir. <br /><br />El
profesor tardó en darse cuenta que lo que veía, en realidad, era el reflejo de
la escena que transcurría en vivo en el salón. Hasta que la distorsión fue
enfocándose y poco a poco… y apareció la realidad en su afortunada separación.
Por un lado el ambiente del restaurante; y por otra parte, el espejo con su
reflejo. Menos mal. Así fue como aparecieron frente a sus ojos y como si no
hubieran estado antes, una docena y media de clientes.<br />Tras un rato se sintió
mejor y pensó que era momento de subir; estaba tratando de llamar la atención
del mesero para pedir la cuenta, cuando divisó en el fondo del salón una mujer
que llamó poderosamente su atención. <br />De repente, Edward Wilham se vio a sí
mismo con una mano sobre el rostro indeciso, entre esperar unos instantes más o
irse. Esta era la primera ocasión –desde su divorcio, hacía cinco meses atrás-
que se sentía atraído como para aproximarse a una mujer. Cuando el mesero
volteó, Wilham en lugar de hacer esa señal para pedir la cuenta, cambió el gesto
repentinamente, dando vuelta a su mano derecha para solicitar otro
café.<br /><br />Pensó que algo estaba muy bien en ese disparo de adrenalina porque
bastó esa primera señal para que repentinamente lo abandonara cualquier rastro
de cansancio. Consultó su reloj y vio que eran las 21: 12 horas, por alguna
razón imaginó que el número tenía algo cabalístico o era buena señal de algo y
se levantó. Atravesó el salón decidido a acercarse a la mujer y cuando estaba a
unos centímetros de ella, notó que había olvidado inventarse un parlamento, un
pretexto. Lo único que se le ocurrió fue dar la vuelta como si algo se le
hubiera olvidado y en lugar de regresar a su lugar, siguió de frente y salió a
la calle, luego sacó el teléfono celular como si fuera a intentar una llamada.
<br /><br />A tiempo, pensó que era de lo más ridículo, fingir una llamada en la
calle como si no supiera cómo llegar, máxime porque estaba justo debajo del
lugar a donde iba. Por fortuna, desistió de hacer esa pésima actuación, poco
antes de escuchar la voz de Fernando Ortiz unos metros arriba de él. Estaba nada
más y nada menos que en esa célebre esquina del segundo piso arriba del ‘Café de
Flore’, donde está el hermoso barandal en herrería y el balcón con
plantas.<br />Cuando alzó la vista Edward Wilham, casi no lo podía creer… vio una
postal de París frente a sus ojos. En el cuadro aparecían sus colegas y amigos:
Fernando Ortiz y Arthur Rabji; asomándose por el balcón, arriba del ‘Café de
Flore’. <br /><br />Cuando lo vieron, alzaron sus copas, en señal de brindis,
invitándolo para que subiera. Rabji traía en la mano una ampolleta de cerveza
corona y el doctor Ortiz sostenía una copa de vino tinto, con la mano izquierda.
<br /><br />Edward sacó su celular, colocó la opción de cámara fotográfica e hizo un
par de disparos; el primero de ellos, con flash. Algunos comensales del Café
voltearon a verlo, para algunos debió haber parecido un turista chiflado y
primerizo. Para quienes habían notado que charlaba con alguien arriba, debió
pasar por un sofisticado vecino fotografiando a sus amigos. O algo así. Para
cuando Wilham entró de nuevo al café, la mujer ya no estaba, había desaparecido
dejando la propina en la mesa. <br /><br />El departamento del doctor Milraux, era
espacioso y magníficamente decorado. El bufete de bocadillos parecía una oda al
arte de la gastronomía y el buen gusto. Edward, se enteró que era un servicio de
bocadillos a domicilio, de esos que incluyen a los meseros. De hecho, la agencia
gastronómica se hacía cargo de todo, incluidas las flores; excepto del vino, que
casi siempre era una elección personal de quien contrataba el servicio.<br />En la
reunión, estaban aprox. unos 35 a 40 invitados. <br /><br />Había transcurrido menos
de media hora desde su llegada, cuando tuvo la suerte de que el doctor Sigmund
Lebarque -era amigo de Arthur Rabji- le dijera:<br /><br />-¿Desea que le presente
al doctor Pavel Alfitrovich? fui su ayudante durante dos años en un laboratorio
suizo, lo conozco bien. Venga, vamos a saludarlo.”<br /><br />Bastaron unos minutos
para que Pavel Alfitrovich y Wilham lograran conectar a través de la mejor
manera posible, o sea, por un comentario casual. Y es que ambos habían
descubierto que estaban leyendo el mismo libro de los “Puentes Lumínicos
Neuronales de Alta Frecuencia”. Si lo hubiera previsto no hubiera salido
mejor.<br /><br />Durante la conversación se unieron un par de científicos y Wilham
escuchó de nuevo lo que tanto interés le había suscitado por la tarde, o sea, la
teoría del ensamble de secuencias nano-moleculares a través de modelos de
prismas de cristales, que trazan los enlaces y esquemas que al parecer sigue la
materia, hasta convertirse en las formas y figuras que vemos, al reconfigurarse
-y ocupar su espacio- en esta dimensión. Palabras más, palabras menos, hablaba
de la teoría de los campos visuales emitidos por nuestras propias neuronas y
materializado –a su vez- por nuestra propia capacidad de visión. <br /><br />Lo más
interesante, del libro de los “Puentes Lumínicos Neuronales de Alta Frecuencia”
era que ahondaba precisamente en una idea muy parecida, sólo que centraba su
línea de interés en la teoría de que existían personas con diferentes niveles de
conciencia a un nivel tan activo, que establecían Puentes Lumínicos Neuronales
de Alta Frecuencia, sin importar las distancias. Hipotéticamente, se creía que
el poder de esta frecuencia sería tal, que podría incluso establecer Puentes
Lumínicos Neuronales tan altos que lograrían abatir la noción de lo que se
conocía como ‘tiempo’, a través de las dimensiones. <br />Al parecer, establecer
comunicación de alta frecuencia era lo más parecido a la tan anhelada
telepatía.<br />Y en opinión del doctor Pavel Alfitrovich Rutembato, la reunión de
esa noche era una muestra de ello, ya que estábamos personas de diversos países,
interesadas en procesos muy específicos de la investigación médica. Para el
doctor Rutembato, habíamos trazado puentes lumínicos neuronales… y eso era lo
que nos había convocado. Tenía sentido.<br /><br />Creo que si no existieran esos
puentes lumínicos neuronales que nos unen, sería difícil encontrar
interlocutores con quienes discutir las nuevas teorías que plantean que la
realidad es un ensamble de nano-partículas que se acomodan como prismas de
cristales y que aparecen como impulsos eléctricos en una red imágenes.
<br /><br />Eran casi las once de la noche cuando llegaron dos o tres grupos más de
colegas, sin duda, la atracción principal era el doctor Alfitrovich. Incluso
había arribado uno de los más prestigiados neurocirujanos; el doctor alemán
Franz Werner. Cuando lo saludé, me comentó que un par de horas atrás había
estado realizando una compleja cirugía, pero pese a sentirse un poco cansado, no
quiso faltar para conocer en persona al profesor Alfitrovich. Al escucharlo,
pensé que muchos querrían conocerlo a él y consultarlo- al doctor Weber- pero
ahora era interesante verlo cómo gozaba estar en el papel contrario, porque
percibí que Franz se divertía mientras estaba prácticamente al acecho de que
quedara libre el doctor Rutembato, para abordarlo.<br />Por mi parte, estaba
charlando con Fernando Ortiz, Arthur Rabji, y otros colegas más. Creo haber
comentado que el servicio de bebidas era atendido por meseros, pero la comida
estaba dispuesta en una mesa, como bufete. Fui con Rabji a servirme unos
bocadillos, cuando sentí la mirada de alguien. Imaginé que era algún colega que
me estaba viendo, metí la mitad del bocado a mi boca y volteé a ver quién era.
Fue la peor idea que tuve, porque de un momento a otro, no sabía qué hacer con
el bocadillo en la mano y menos con el bocado en mi boca.<br />De repente, vi que
me estaba viendo –cerca de la terraza- nada más y nada menos que la mujer del
‘Café de Flore’, la misma que había visto una hora atrás y por la que casi había
hecho la pésima actuación de fingir una llamada telefónica.<br />A lo lejos, vi
que alzó la copa y me sentí un poco ridículo al alzar el bocadillo, sin saber
qué hacer, y por fin, me lo comí. Atravesé el salón, fui al baño, me enjuague la
boca y pedí un whisky a un mesero. <br />En tanto Wilham aguardaba su copa, no
dejaba de ver un instante a la mujer, como si temiera que fuera volver a
desaparecer; en cuanto tuvo el vaso en la mano, le dio un trago y se acercó.
Tras presentarse e iniciar la charla, Wilham supo que era originaria de Los
Ángeles, que se llamaba Christiane, que acababa de hacer una maestría en París
sobre arte y que en dos meses regresaba a Nueva York, donde residía. Ah, y
estaba ahí porque su mejor amigo en París era un neurocirujano invitado a la
fiesta. <br />En cuanto comenzó a escucharla le pareció una interesante mezcla de
burguesa y aristócrata, lucía afrancesada; fascinante, elegante… y al mismo
tiempo asomaba en lo más profundo de su esencia, ese rasgo tan americano del
gusto por la simplicidad; ese saber hablar siendo franco; lograr conmover o
sacudir pero sin lastimar. Ese estilo tan estadounidense y protestante, en el
mejor sentido. <br /><br />Cuando Christiane se levantó para ir al baño, Wilham se
quedó de pie sin comprender muy bien todo lo que estaba sucediendo ese día.
Literalmente parecía el guión de una película salida de su propia mente. Estar
ahí don el profesor Milraux y el doctor Alfitrovich, y ahora Christiane… se
asomó un momento por el balcón y vio la calle, el paso de la gente, la
arquitectura de la calle. Luego volvió la mirada al interior y observó el par de
salones donde permanecían unas veinticinco personas. Rabji se había ido unos
momentos antes. Fernado Ortiz todavía charlaba muy animado con un grupo de
colegas. Al fondo -cerca del bufete- estaban sentados conversando con mucho
interés el doctor Pavel Alfitrovich con su colega Franz Weber; el que persigue
alcanza, muy cierto. <br /><br />Eran las once de la noche con cuarenta minutos
cuando decidieron marcharse; se despidieron y salieron juntos Wilham y
Christiane. <br /><br />Fueron caminando a la librería ‘La Hune’, que estaba a unos
pasos, sobre el mismo Boulevard Saint Germain dés Prés y que permanecía abierta
hasta la media noche. Christiane quiso comprar el libro de los “Puentes
Lúmínicos Neuronales de Alta Frecuencia” del que tanto había oído hablar esa
noche. Llegaron a tiempo para adquirir el libro, también eligió un par de
tarjetas con unas hermosas fotografías del “Point des Arts.” Pagó todo y antes
de salir de la librería, sacó una de las tarjetas, buscó una pluma en su bolso y
escribió dos o tres renglones de palabras, en la parte en blanco. Luego, metió
todo en su gran bolso: el libro, las dos tarjetas y la pluma. <br />Wilham no
sabía si ella tomaría un taxi o si llevaba auto, para acompañarla. Ella le hizo
saber que su auto se encontraba cerca y que lo podía llevar a su
hotel.<br /><br />En el camino, Christiane le dijo que quizás podrían encontrarse el
21 de junio para ir al ‘Festival de la Música’ si se animaba –comentó- estaría
con un grupo de amigos en el ‘Point des Arts’. El profesor dijo que estaría
encantado y que haría absolutamente todo lo posible por ir. Antes de que bajara
del auto Wilham, la chica abrió su bolso y le dio la tarjeta en la que había
escrito algo.<br /><br />Cuando subió a la habitación, Edward abrió el sobre de la
tarjeta y vio la fotografía del “Point des Arts” que tenía impresa con una
hermosa caligrafía, la frase de Paul Eluard: <br /><br />“Hay otros mundos pero
están en este.”<br /><br />En el otro espacio, Christiane había
escrito:<br /><br />‘Todos somos la mitad de un puente…<br />y depende de la otra
mitad, el lugar al que llegues.’<br /><br />¡Qué día! Fue el último pensamiento de
Edward Wilham antes de prepararse para dormir y caer de inmediato, en un sueño
profundo.<br /><br />Durante los siguientes tres días –incluido el domingo- estuvo
casi todo el tiempo dentro del Instituto Pasteur, había dado una ponencia,
asistido a varias más; y participado en distintas reuniones de trabajo en el
laboratorio de patología. Y en ambos días, la voz y la imagen de Christiane,
llegaba a su mente de vez en cuando, como una agradable corriente eléctrica. Por
cierto, había preguntado a Fernando Ortiz y Arthur Rabji si conocían al profesor
Andreopulos y ninguno supo de quien hablaba. La historia del chico en el
aeropuerto y la bitácora sonaban tan inverosímiles como su contenido no
científico, así que pensó en llevar de regreso la libreta a Nueva York, sin
comentar nada más a sus colegas. <br /><br />Conforme reflexionaba y pensaba en la
teoría del doctor Alfitrovich y las ideas expuestas en el libro de los “Puentes
Lumínicos Neuronales”, más comenzaba a revelarse con mayor claridad a Wilham,
que todo lo que veíamos no pasaba de ser una especie de creaciones ópticas
hechas en base a “prismas de cristales” formados a partir de impulsos eléctricos
de nuestras propias neuronas que, dependiendo de su capacidad intelectual,
artística y matemática, lograban transformar la información en figuras
algorítmicas virtuales; materializables o no. O sea, todo lo que veíamos o
creíamos que nos rodeaba, era una percepción colectiva, que en su origen había
sido una percepción individual. Tenía todo sentido. Ese era el camino que
conocía cualquier teoría.<br /><br />Cuando finalmente llegó la noche del miércoles
21 de junio, Wilham estaba en la habitación de su hotel acabando de arreglarse
para acudir a la cita con Christiane en el ‘Point des Arts’. Pasó a una
licorería y decidió comprar una botella de Whisky y una de tequila, esta última
porque Christiane le había dicho que le encantaban las ‘Margaritas’; aunque sin
hielo y sin una licuadora no tenía sentido pensar en las margaritas… en
fin.<br /><br />Antes de salir, el chico de la administración le entregó un recado
de una persona que le había llamado por la tarde. Por cierto, el mensaje no
estaba anotado en esos papeles con el logotipo del hotel, por alguna razón lo
habían apuntado en la hoja de un calendario de arte que tenían en la oficina del
hotel. Era de ese día: Miércoles 21 de junio de 2011. <br />Al frente, estaba una
reproducción del cuadro “Desnudo bajando la escalera” de Marcel Duchamp, y por
detrás, tenía impresa una frase en letra tan pequeña, que tuvo que esforzarse
para alcanzar a leer:<br /><br />‘Al cruzar el puente y atravesar el espejo, lo
verdaderamente genial es guardar silencio’. <br /><br />Y con letra a mano, bastante
clara -en el reverso- el recado decía: <br /><br />“Para el profesor Edward Wilham,
le llamaron para avisar que mañana lo buscarán por la mañana. Para recoger la
bitácora.” <br /><br />Wilham agradeció el recado y antes de salir, echó un vistazo
al lobby (como si algo le dijera que lo hiciera) se acercó a ver los cuadros que
parecían naipes y al verlos reflejados en el espejo, vio que las reinas no sólo
se movían y parecían que estaban reflejadas el en agua, sino que en un instante
se transformaban en reyes. Cuando volteó para encararlos y verlos en directo, de
nuevo eran las reinas que había visto desde el primer día. Y en seguida, sucedió
algo que lo dejó helado de sorpresa: Al verse al espejo -por un momento- en el
lugar de sus ojos, vio los ojos de Christiane; y luego no sólo los ojos, sino el
rostro completo de la chica, no cabía la menor duda de que en esos momento y en
ese espejo, él era ella. Frente a la imagen, abrió un poco la boca desconcertado
y sintió que arrugaba el recado en sus manos. <br />Lo extendió y leyó de nuevo:
“Al cruzar el puente y atravesar el espejo, lo verdaderamente genial es guardar
silencio.”<br /><br />Cuando volvió a buscar el rostro de la chica en el reflejo del
espejo, ya no estaba más. De nuevo, era él mismo; sin decir más nada, dio la
vuelta y salió del hotel.<br /><br />Más tarde, el encuentro con Christiane y sus
amigos en el Point des Arts, fue mejor de lo imaginado, Wilham se había
integrado de inmediato e incluso intentó cantar un poco… pero escuchándolo no
cabía la menor duda que había hecho bien en dedicarse a la ciencia. La empatía
entre Christiane y Wilham había comenzado, abriendo la puerta a una relación.
<br /><br />Al siguiente día -jueves 22 de junio- en su último día del viaje, Wilham
se preparó para pasar la mañana trabajando en el laboratorio del Instituto
Pasteur; después iría a comer con Fernando Ortiz y Arthur Rabji -por la tarde
todavía tendría una reunión de trabajo- y por la noche volaría para regresar a
Nueva York. <br /><br />El jueves –eran las siete de la mañana- cuando sonó el
teléfono en la habitación del profesor Wilham; ya se había duchado y terminaba
de prepararse para ir a su último día de trabajo en el Instituto; estaba
pensando que tomaría un desayuno ligero en el camino, cuando escuchó el timbre
del teléfono. Atendió y la telefonista le hizo saber que un hombre lo esperaba
abajo en el lobby, para pasar a recoger la bitácora que le había enviado el
profesor Andreoupolus. Al escuchar el apellido ‘Andreoupolus’, Wilham no tuvo
duda que era la persona a la que estaba destinada la libreta, e informó que
estaría abajo en cinco minutos. <br /><br />Unos instantes después, cuando el
profesor se encontró en el lobby con el rostro del joven estudiante de
arquitectura que manejaba el taxi y que lo había llevado por la noche al ‘Café
de Floré’ -la noche que había conocido a Christiane- su cara le pareció muy
familiar, pero no lo reconoció. El chico tuvo que decirle: <br /><br />-¿Profesor
Edward Wilham? Soy el taxista, quiero decir, el estudiante de arquitectura que
maneja el taxi y que lo llevó al ‘Café de Floré’ el sábado por la
noche.<br /><br />-Ah sí, por supuesto. –dijo.<br /><br />Y al momento, se agolparon
varias preguntas en su mente, ¿quién era exactamente aquel chico? Lo único que
atinó a decir fue:<br /><br />-¿Es usted el conocido del profesor Andreoupolus? al
mismo momento en que le extendía el sobre con la bitácora.<br /><br />Por toda
respuesta, el chico extendió la mano, sacó la libreta del sobre y la abrió donde
estaba diseñado el Point des Artes con la frase:<br /><br />“Somos mitades de
puentes, la respuesta es la otra mitad; <br />hay puentes que lo atraviesan
todo…”<br /><br />Y dijo, en obvia alusión a Christiane:<br /><br />-Espero que le haya
servido el puente para encontrar su propio reflejo en el espejo, profesor. Y
agregó, llevándose el dedo índice a los labios en señal de guardar silencio:
<br /><br />-“Al cruzar el puente y atravesar el espejo, lo verdaderamente genial es
guardar silencio.” <br /><br />En esos momentos y en aquel contexto, la frase
parecía un conjuro. Cuando logró salir de su estupefacción el profesor le dijo
que iba rumbo al Instituto Pasteur, y preguntó si podría darle el servicio. El
chico le informó que a esa hora no manejaba el taxi, a esa hora iba a la
universidad y justo se dirigía allá.<br /><br />Dicho esto, se encaminaron juntos a
la salida. Habían caminado apenas cinco pasos en la banqueta, cuando el profesor
se dio cuenta que iba solo, volteó y no vio al chico por ninguna parte. Por un
momento, le causo extrañeza el pensamiento de que aquel chico no parecía ser de
este mundo. <br /><br />Caminó unos pasos más hasta que encontró un bistró pequeño
en el camino y entró para desayunar. A media distancia, en una mesa creyó ver al
chico de la bitácora y se acercó, tenía sentido que caminara más rápido y
hubiera llegado antes que él para tomar un café antes de ir a la escuela. Cuando
llegó al lugar donde creía que había visto al chico se dio cuenta que era un
espejo, volteo en búsqueda del modelo original y no vio nada. Volteo a verse en
el espejo y lo que vio en el reflejo no fue su propia cara sino la del chico y
se tocó la cara, como si no se la reconociera, justo cuando pasaba un mesero,
quien lo miró un poco sorprendido.<br /><br />Bajó la vista y tuvo la certeza de que
sí había estado ahí el chico unos instantes antes, porque estaba escrito en una
servilleta, con su caligrafía:<br /><br />‘Al atravesar el puente y cruzar el
espejo, lo verdaderamente genial es guardar silencio’.<br /><br />Al buscar su
reflejo en el espejo, por fin tuvo la imagen que conocía de él mismo y se
tranquilizó. <br /><br />Cuando el mesero llegó y le entregó la carta, ya no le
sorprendió que dentro del menú viniera una postal con una invitación a la
inauguración de la exposición de una fotógrafa que había capturado la imagen de
docenas de puentes por el mundo, en la invitación estaba escrita la
frase:<br /><br />‘Existen puentes capaces de atravesarlo todo -saber esto- te hace
más grande.’ Fin.Verenice Naranjohttp://www.blogger.com/profile/09979222968324790848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3753080222560201681.post-20818992589153892642012-10-02T13:39:00.001-07:002015-12-28T09:48:51.913-08:00LO BUENO DE ENCONTRARSE LA TERCERA VEZ QUE SE CAE EL SOMBRERO(¡¿Qué crees?! No fue la tercera vez, fue la cuarta... peroooo... ese texto lo lees directo en el libro, ok?)<br />
<br />
<strong>LO BUENO DE ENCONTRARSE LA TERCERA VEZ QUE SE CAE EL SOMBRERO</strong><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 10pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; mso-outline-level: 3;">
<b><span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;"><span style="font-family: Calibri;">(LA PERCEPCIÓN)<o:p></o:p></span></span></b></div>
<span style="font-size: 12pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;"><span style="font-family: Calibri;">La verdad es que el señor iba caminando por la calle y ya se le había caído el
sombrero justo junto a un charco cuando lo levantó y lo puso bajo el breve
resguardo de la cueva debajo de su brazo, cuando de nuevo se le cayó ahora muy
cerca de la mierda de un perro pequeño a juzgar por el tamaño y fue la tercera
vez que se encontró aquel señor inclinándose para recoger su sombrero que en
lugar de enfado se lo tomó a qué miércoles en domingo con casi una risa
abierta; y justo con esa expresión y gesto de sonrisa que camina a risa en el
rostro dibujado, fue cuando se encontró con los ojos de aquella mujer, que
siempre dijo -durante años- que lo que más le había fascinado de él, era la
forma que tenía de reírse frente a lo que otros consideraban diferente. Lo
supo desde su encuentro.<br style="mso-special-character: line-break;" />
<br style="mso-special-character: line-break;" />
<o:p></o:p></span></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;"><span style="font-family: Calibri;">Lo bueno <br />
de encontrarse <br />
la tercera <br />
vez <br />
que <br />
se cae <br />
el sombrero. <o:p></o:p></span></span></div>
Verenice Naranjohttp://www.blogger.com/profile/09979222968324790848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3753080222560201681.post-21610641291553462252012-07-01T17:57:00.004-07:002015-12-28T10:00:52.290-08:00TIEMPOS DE LA MUJER<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFNZZv4UBaoi90byGmj_OrODO3viJenFtl9eJap328dRP0KAhy6ECTFsxCar2SHeXZUYXpZ9953gPWAKetNcPU2V08gIwF8OSqM75nSalvz6aYPpW7oKfEg8ZZSJum2FNm0cgx9LeIshs/s1600/mi+mama+01.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="226" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFNZZv4UBaoi90byGmj_OrODO3viJenFtl9eJap328dRP0KAhy6ECTFsxCar2SHeXZUYXpZ9953gPWAKetNcPU2V08gIwF8OSqM75nSalvz6aYPpW7oKfEg8ZZSJum2FNm0cgx9LeIshs/s320/mi+mama+01.JPG" vca="true" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Un humilde tributo a mi madre, quien a sus 85 años (a punto de cumplir 86 años, el próximo 5 de agosto) es un ejemplo de fortaleza, porque ha consolidado una fe capaz no sólo de mover las montañas sino también de realinear las galaxias.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Dígame usted, si el amor es o no es héroe de la historia. </div>
Verenice Naranjohttp://www.blogger.com/profile/09979222968324790848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3753080222560201681.post-15022654467778878912012-06-28T18:33:00.000-07:002012-06-28T18:33:07.510-07:00UN RAYO DE LUZ Y EL REY OSCUROTexto publicado originalmente el 08 de octubre de 2009. <br />
Hoy, más vigente que nunca. Ahora convertido en un relato, con el capital suficiente para negociar la liberación de un pueblo y del planeta completo.<br />
<br />
UN RAYO DE LUZ Y EL REY OSCURO <br />
I<br />
<br />
Es improbable ocultar eso que las personas llaman "Iluminación"... porque los ojos de quienes la alcanzan... ven de otra manera.<br />
<br />
Sabiendo esto, un rey oscuro, descubrió que en su comarca todos los signos celestes y humanos habían confirmado la iluminación de una persona. El rey quiso saber qué significaba eso, porque como rey que era, sabía que él no era ni divino, ni inteligente, ni elegido. <br />
<br />
II<br />
<br />
Una vez que estuvo la persona iluminada frente al rey oscuro, se desconcertó al sentir más compasión que desprecio, por ese ser mezquino que había empobrecido a su pueblo como ningún otro soberano lo había conseguido; sumiendo en la desesperación, hambre y terror a todo mundo.<br />
<br />
III<br />
<br />
El rey preguntó: <br />
<br />
- ¿Qué significa estar iluminado, puedo yo "iluminarme"?<br />
<br />
La persona iluminada respondió:<br />
<br />
- Todos pueden.<br />
<br />
El gesto del rey se transformó e irradió alegría:<br />
<br />
- ¿Cómo, qué hay que hacer?<br />
<br />
La persona iluminada sonrió serena y pasó la mirada por las riquezas abigarradas que mal lucía el rey oscuro, tanto en su persona como en su fortaleza.<br />
<br />
- Para alcanzar la "Iluminación" -dijo- no hay que llevar consigo una sola moneda, nada de riquezas. <br />
<br />
Al escuchar esto, los ojos del rey casi se salieron de sus órbitas, sin embargo, se obligó a guardar compostura para seguir escuchando.<br />
<br />
- Es el primer paso, romper el espejismo de la seguridad que compra el oro. Romper el vicio de estar encima de otros sin virtud alguna. El primer peldaño es darse cuenta que la mayor virtud y la pureza se llevan encima y es imposible guardarles en ningún baúl, fortaleza o banco. <br />
El único resguardo existente para acumular esta clase de riqueza es el propio espíritu y sentirse en paz.<br />
<br />
Conforme escuchaba, el rey oscuro, empalidecía. No lograba controlar su frustración y tristeza. Apenas acertó a balbucear:<br />
<br />
- ¿Y cuánta de mi riqueza deseas, para que me relates, para que me describas detalle por detalle, cómo se logra o qué se siente saber de tales razones que la "Iluminación" brinda? <br />
<br />
El rostro y la compostura del rey, delataban una desolación absoluta, cuando con la voz temblorosa y sudando copiosamente, agregó:<br />
<br />
- Quizás no sea necesario que la viva en carne propia, basta que sepa que existe y que alguien me diga en qué consiste.<br />
<br />
La persona iluminada sabía las razones mezquinas del rey oscuro, que temblaba de miedo frente a la sola idea de abandonar sus riquezas; aún así, preguntó al rey porqué renunciaba a la revelación de la iluminación. A lo que el rey contestó:<br />
<br />
- Es la soberbia. No quisiera que se interpretara como una soberbia mía.<br />
<br />
La persona iluminada sonrió. El rey sonrojado veía al suelo. No queriendo avergonzarlo más, dijo:<br />
<br />
- Comprendo.<br />
<br />
El rey suspiró aliviado y pronunció con sincera emoción: <br />
<br />
- Gracias. <br />
<br />
Y suplicó por el relato, pero no sabía qué dar a cambio.<br />
<br />
Fue cuando la persona iluminada se acercó al rey, lo suficiente para no tener que repetir:<br />
<br />
- Quiero la paz para mi pueblo.Verenice Naranjohttp://www.blogger.com/profile/09979222968324790848noreply@blogger.com0